PORQUÉ
MI VIDA CONTINÚA SIN BEBER COCA COLA
Por Miguel Jara
6 de diciembre de 2013Enfermedades Medicina3 Comentarios
Se ha celebrado en Madrid un congreso sobre
hidratación organizado por Coca Cola. La compañía hidrata el
mundo desde 1886. Lo hidrata y lo engorda como si se tratase de la cuenta de
sus accionistas. No es esta empresa ejemplo o modelo de compromiso con la salud pero lo cierto es que la
lista de entidades del campo de la salud que han puesto su sello para lavarle la cara a la empresa “refrescante” es
larga:
Sociedad Española de Médicos de
Atención Primaria (SEMERGEN), Sociedad Española de Medicina
de Familia y Comunitaria (SEMFYC), Real Academia de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid, Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Sociedad Española de Nutrición, Asociación de Diplomadas en Enfermería de Nutrición y Dietética, Universidad de Barcelona o CEU.
Resulta paradójico que una marca de bebidas cargadas de azúcar se convierta en adalid
de la causa de la hidratación, que consiste en
recuperar agua perdida no en “azucararse”.
La industria alimentaria ha
copiado las prácticas de la industria farmacéutica cooptando a las sociedades
profesionales que les den marchamo de autenticidad y preocupación
por la salud, algo tan necesitado por Coca Cola, referente de la
comida… ponedle vosotros el calificativo.
Ya hace tiempo que dejé de beber Coca
Cola. Mucho antes de que se hiciera con el control
de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN). Una
empresa que nos vende una bebida con
probados tóxicos dirige nuestros designios alimentarios y se rodea de entidades “saludables” para despistarnos. Dichas entidades se
hacen las despistadas. Todo por la “pasta”.
De qué extrañarnos si la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, su
acrónimo en inglés) tiene similares conflictos de interés con los mayores
fabricantes de cosas ingeribles con marchamo de alimento: Unilever, Nestle, MacDonald’s, Danone, Kraft, etc. Así lo cuenta el informe Conflictos
en el menú de la imprescindible organización
civil Observatorio Europeo de las Corporaciones.
Eso sí todo es muy “científico” que estamos tratando de ciencia no lo olvidemos. Cómo apuestan las
alimentarias por convertir sus “alimentos” en productos farmacéuticos.
En ofrecer valor añadido con la comida. Que creamos que sus productos de comer
son además una fuente de salud. Qué alienante.
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