LA MAFIA FUJIMORISTA PRETENDE UNA VEZ MAS BURLARSE DE TODOS
¡QUIEREN DECLARAR LOCO A FUJIMORI!
POR HERBERT MUJICA ROJAS
16 DE AGOSTO DE 2013
La troika, o mejor dicho
"cuatrinca": Kenyi, Keiko, Nakazaki y Aguinaga, tendría el propósito
nada cristiano y menos filial, de conseguir que el reo Alberto Kenya Fujimori
sea declarado LOCO en su prisión cinco estrellas de Diroes. La anticipación
pionera provista de fuentes ultra creíbles fue lanzada por el notable penalista
Guillermo Olivera Díaz (Rabietas de Nakazaki y Keiko por nuevo
abogadohttp://www.voltairenet.org/article1...)
También lo anticipó César Nakazaki en
Canal N, durante una larguísima hora con Milagros Leyva, el martes último
cuando, expresamente¨, habló de un futuro examen "psiquiátrico" de su
cliente. Un dictamen de esta índole serviría para declararlo interdicto, es
decir, muerto en vida para fines políticos y contractuales.
¿De qué otro modo se explicarían las
luengas exposiciones en los medios de Nakazaki, aporreando sin vacilaciones al
nuevo abogado del reo Kenya Fujimori, William Castillo Dávila? Se va viendo que
Castillo goza del aborrecimiento unánime de la "cuatrinca": ni su
colega Nakazaki, Kenyi, Keiko o Aguinaga quieren el ejercicio profesional de
don William.
¿Cuál la explicación? Como es de verse
se habrían suscitado diferencias sustanciales entre el reo Kenya Fujimori, su
ilegítima pretensión de libertad y las estrategias para "lograrlo",
versus lo que han determinado hasta hoy con omnímodo poder, los consorciados
integrantes de la banda de los cuatro jinetes que quieren declarar el
apocalipsis mental de Fujimori.
Más aún, un loco ya no puede valerse por
sí mismo, contratar abogados o explorar rutas distintas que las adoptadas a la
fecha por Nakazaki y comparsas, por tanto, si se logra ante la vista y
paciencia "crítica" de los medios de expresión y de todo el país, que
se dictamine la locura del reo Alberto Kenya Fujimori, sería relegado a cuarto
o quinto plano y perdería la atención no gratuita ni desinteresada de medios
pagantes de antiguas y muy recientes deudas con los goznes del poder mafioso
que sólo ha cambiado de dueños pero, como el zorro, no de mañas.
En buen castellano: para la banda de los
cuatro, Fujimori, sólo sirve como pretexto aglutinador de la turbamulta que
llaman partido, en realidad plataforma de sus apetitos de estar en la cosa
pública disimulando robos históricos y otros novísimos. Si el reo procura
soluciones distintas como la enunciada vía William Castillo Zapata, ¡se
destroza el esquema y empieza a sobrar. ¿Qué mejor que declararlo loco incapaz
de valerse por sí mismo?
En Diroes las paredes no sólo son
húmedas, también tienen oídos. Y eso deberían saberlo los que protagonizan un
cínico y crematístico proceso para "enloquecer" a quien les
posibilitó la chance de asaltar las arcas del Estado, de vivir de sus cansadas
ubres con estudios en universidades privadas norteamericanas y de poseer por
segunda o tercera persona, propiedades y acciones en múltiples instituciones
empresariales. Reza el adagio: ladrón que roba a ladrón.................... .
El país contempla atónito lo que es una
grave fractura de la plataforma fujimorista: Kenya está contra los arrebatos
manipuladores de Keiko, Kenyi, Aguinaga y Nakazaki y por eso contrató a William
Castillo quien, súbitamente, ha sido blanco preferido de las iras non sanctas
en todos los medios. ¿Por causa de qué esa unanimidad sospechosa? ¡Fácil: Kenya
empieza a salirse del libreto y estropea el diseño perverso de custodiar
asaltos y monras desde 1990!
Descolocadas otras figuras del llamado
fujimorismo, Martha Chávez, Luz Salgado y Cuculiza, no aciertan a encontrar un
lugar apropiado en esta mazamorra en que los hijos cimarrones y asociados
coyunturales tienen mucho que perder si Alberto Kenya los denuncia como también
empieza a sonar inminente en Diroes.
Una vulgar, palurda y deleznable bronca
intestina pero que esconde debajo de una epidermis de enfermedad y
"padecimiento", los entresijos de una lucha de los vientos
rejuvenecidos contra quien se cree "salvador" del país. La realidad
monda y lironda es que el inquilino de Diroes no fue más que el gran
entreguista y regalador del patrimonio peruano y el perjuicio de múltiples
generaciones que crecen en un Perú que no es suyo y que está empeñado a plazos
largos por la acción criminal, delictiva de su paso por Palacio. Todo el resto
es gárrula palabrería.
Herbert Mujica Rojas
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