Entusiasmados
por el 15% de la población SEGÚN EL
ULTIMO CENSO, una iglesia busca fundar un partido político-
De concretarse el propósito,
sería una mezcla muy peligrosa. No
debemos olvidar que el triunfo de Fujimori frente a Vargas Llosa se debió a los votos de los evangélicos, demostrando
que pueden incidir exitosamente en
las decisiones políticas. Por ello, lo peor que le puede suceder a nuestro país es que continúe el avance en la política
de líderes cristianos-
Sobre el tema,
adjuntamos una crónica para el análisis y la reflexión
¿NACIDOS PARA GOBERNAR?
El censo y los evangélicos peruanos. Mucho más que un quince por ciento de la población. Una Iglesia busca fundar un partido político. Primer afectado, Fuerza Popular.
La Republica 24 Oct 2017 |
6:00 h
SANTANA.
Líder
de El Aposento Alto anuncia la constitución de un partido para competir por la
presidencia.
Nueva
etapa de los evangélicos en la política.
Redacción:
Redacción LR
¿Qué
estimación del número de peruanos evangélicos arrojará el censo? El dato está
adquiriendo mayor trascendencia política que religiosa. Por un lado, porque hay
un aumento de número y predicamento de las iglesias evangélicas. Por otra
parte, porque su influencia política se acrecienta notablemente. No deberá
sorprender que próximamente un movimiento evangélico se proponga ganar el
gobierno a través de elecciones. Por ahora su aliado político es Fuerza
Popular, pero esto podría cambiar.
Según
los Censos Nacionales del 2007, 2.6 millones de peruanos profesaban la religión
evangélica, es decir, el 12.5% de la población censada de más de doce años de
edad. Los católicos eran 17 millones, el 81.3%. Respecto del censo del 2002,
los primeros habían crecido 5.7 puntos porcentuales y los segundos disminuido
7.7. Ahora mismo la población evangélica podría estar alrededor del 15% o más.
Es la proporción que encontró, en julio del 2014, un estudio de opinión pública
de CPI, de alcance nacional, sobre la religión de los peruanos.
POCOS
POLÍTICOS
El
cambio de mayor significación, sin embargo, se ha dado en la composición y
actitud de la dirigencia religiosa. La primera corriente evangélica llegó al
Perú con quienes estaban influidos por la Reforma protestante del Siglo XVI, y
sembraron colegios emblemáticos: el Anglo Peruano en Lima (San Andrés), el
Andino en Huancayo, el Internacional en Arequipa. Iglesias con esta tradición
son la Metodista, la Presbiteriana, la Anglicana. Una segunda influencia vino
de movimientos surgidos principalmente en los Estados Unidos. Despiertan, a
través de una predicación poderosa, un fervor religioso, que puede suscitar
culpa personal y ansias de salvación en Cristo. Ejemplos son la Alianza
Cristiana y Misionera, las iglesias Evangélica y Bautista, los Nazarenos, Los
Peregrinos. Cada una trajo unos pocos políticos.
De
la primera corriente cabe recordar al constituyente por el APRA Pedro Arana, a
fines de los años ochenta. De la segunda, el pastor bautista Carlos García y
García, acompañante de Alberto Fujimori en la fórmula presidencial de 1990.
Cuando García y García postuló, ya había cobrado fuerza una tercera corriente:
la de las iglesias carismático-pentecostales Megaiglesias tipo el Movimiento
Misionero Mundial, capaces de reunir más de mil personas en un templo y a
decenas de miles en ámbitos públicos. En el Perú, como parte de un fenómeno
internacional, esta tercera corriente barrió con las dos primeras.
PROPIOS
Y EXTRAÑOS
Pese
a que Carlos García y García tenía una influencia limitada en el universo
evangélico peruano, todas las corrientes votaron por él, y fue muy importante
para la victoria de Fujimori hace 27 años. Le aportó buena parte del voto
rural, obtenido puerta por puerta, que es el estilo arrollador de los
evangélicos de la tercera tendencia. Como se sabe, este pastor fue marginado
completamente del gobierno. Murió en 2016. Pero el fujimorismo volvió a recibir
un apoyo decisivo de los evangélicos en 2016, cuando perdió el gobierno por muy
pocos votos. Otra vez fue el estilo puerta por puerta y un gran esfuerzo en el
ámbito rural. Pero en esta ocasión los apoyadores tenían una agenda política
detrás.
Es
una plataforma pro vida (no al aborto), y pro familia (no al matrimonio gay).
Hay un dinámico grupo de parlamentarios evangélicos fujimoristas que se
encargan de la campaña política y legislativa que sirve a la agenda. A
diferencia de años anteriores, ahora existen representantes evangélicos en
todas las bancadas que llevan agua para el mismo molino. Julio Rosas en Alianza
para el Progreso, y Moisés Guía, de Peruanos por el Kambio, están más
vinculados al programa de sus iglesias que al de las agrupaciones que los
llevaron al Congreso.
CORRIENTE
MAYOR
−Sí
les aseguro algo: somos mayoría en el Congreso –dijo el parlamentario
evangélico José Linares, de Fuerza Popular, el 8 de septiembre, en un acto
público para anunciar la censura de la ministra de Educación Marilú Martens.
Aún no había sido oficializada la postura de Fuerza Popular al respecto. Su
discurso se refería solo al poder de voto del partido oficialista, que es
obviamente mayoritario. Aludía al poder de la agenda evangélica.
En
el Congreso las manifestaciones están a la vista. Hace pocos días aprobó, con
65 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones, crear el Día Nacional
de las Iglesias Evangélicas. La primera celebración será el 31 de octubre, la
próxima semana, de manera simultánea con el Día de la Canción Criolla y el
Halloween. Fue sustentado por María Melgarejo Páucar, presidenta de la Comisión
de Cultura, donde se aprobó previamente. Como si se tratara de un asunto menor,
Fuerza Popular intentó, sin éxito, que fuera exonerado de debate. Pero una vez
en el pleno, el tema solo mereció una ligera discusión. ¿Por qué un Estado
laico debe comprometerse con la exaltación de una fe determinada, cuando
justamente debiera ir desmontando privilegios –contrarios al espíritu
constitucional– que tiene la Iglesia Católica? Podría argüirse, sin embargo,
que el Congreso expide días conmemorativos sin ton ni son. Uno más, qué
importa.
NACE
UN CANDIDATO
La
incursión evangélica con nombre propio en la política peruana puede dar
sorpresas mayúsculas. Se produciría un fenómeno migratorio desde Fuerza Popular
hacia las candidaturas de la religión. Como es obvio, el resto de
organizaciones también se verá afectado. Ningún partido político, salvo Sendero
Luminoso, trabaja en los sectores C, D y E, como los evangélicos. Más allá de
las propuestas hacia la gente, esta es una ventaja incomparable. Hay una
iglesia por cada dos manzanas de un barrio marginal y allí ocurren por lo menos
dos reuniones por semana. Esta iglesia es una casa común, porque para estos
cristianos, no se necesitan intermediarios para hablarle directamente a Dios. Mi
iglesia puede ser mi propia casa.
El
17 de octubre, el diario La Industria de Trujillo reveló que un conjunto de
grupos religiosos liderados por la Iglesia Cristiana Mundial El Aposento Alto,
organizan la creación de un partido político para participar en las elecciones
presidenciales del 2021. Alberto Santana, fundador de El Aposento Alto, estuvo
el fin de semana en la ciudad, juramentando comités, ofreciendo conferencias y
discutiendo detalles de la formación del nuevo proyecto político. Para Santana,
de 56 años, el homosexualismo es una aberración que puede ser curada. Fue uno
de los promotores de la campaña “Con mis hijos no te metas” y apoyó a Fuerza
Popular en las elecciones pasadas, pero bailará con pañuelo propio en las
próximas. Su partido se llama “Perú, Nación Poderosa”, pero más llamativo fue
el título de uno de sus seminarios de liderazgo: Nacidos para gobernar. ❧
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