En el Perú no todos tenemos la mismas
oportunidades, un sector importante de la población vive con 10 soles diarios
que apenas les alcanza para cubrir su alimentación, otros servicios están fuera de su alcance. En
provincias (Cajamarca, Huancavelica, Ayacucho, etc), la situación es mucho más grave, el 50% de la
población vive en pobreza extrema pobreza. Y como siempre los que pagan los platos rotos son los niños.
Escribia Carlos Castillo: "DESDE UNA PERSPECTIVA VITAL Y CRONOLÓGICA ES EVIDENTE QUE EL NIÑO DE HOY SERA EL HOMBRE DEL MAÑANA. LOS QUE CAEN EN UN ERROR SON LOS QUE QUIEREN DEJARLE AL NIÑO LA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS AL FUTURO Y A OTRA GENTE. MIENTRAS EL PRESENTE CONSPIRA CONTRA LA VIDA DE LOS NIÑOS Y EL FUTURO SE INSINÚA COMO UNA PROLONGACIÓN FUNESTA DE UN ESTADO DE COSAS"
A
continuación un informe publicado por el
Diario El Comercio el día de hoy 16 de octubre del 2017 que pone al descubierto
la verdadera situación de pobreza que
enfrenta el Perú.
UN PAÍS CONTRA EL HAMBRE [INFORME]
Informe de la FAO revela que hay 2,5
millones de peruanos que padecen hambre. La desnutrición crónica infantil se ha
reducido en los últimos 10 años; pero aún hay altos niveles de anemia
La desnutrición crónica en menores de
5 años bajó 1,3 puntos porcentuales en el 2016 respecto al 2015. Sin embargo,
el 43,5% de menores de 3 años tiene anemia (Foto: archivo)
Lourdes Fernández Calvo15.10.2017 /
07:35 pm
Las estadísticas que revelan la
situación del hambre que se padece en el Perú no son alentadoras. En los
últimos tres años, aumentó el número de peruanos que sufren de hambre, según un
reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO). Entre el 2014 y el 2016, se identificó a 2,5 millones
de personas en esta situación en el país; es decir, 100 mil personas más de las
que se registraron entre el 2013 y el 2015.
Para la FAO esta situación no es
exclusiva del Perú, sino que es una suerte de tendencia. “Perú es uno de los
seis países de América Latina en los que se ha incrementado la prevalencia de
la subalimentación”, explica María Elena Rojas, representante de la FAO en el
país.
Rojas identifica dos razones para el
aumento del hambre. La primera es la crisis económica que han atravesado varios
países de la región y la repercusión que esta ha tenido en el acceso a los
alimentos. La segunda es el aumento de los precios de los alimentos a raíz de
los fenómenos naturales que se han presentado.
—Menos desnutrición—
Donde sí se ha registrado una
reducción es en el índice de desnutrición crónica infantil (DCI). Según el
INEI, la DCI en niños menores de 5 años bajó 1,3 puntos porcentuales en el 2016
respecto al año anterior, situándose en 13,1% (373 mil niños). Este mal se
presenta cuando hay déficit de nutrientes o grasas saturadas.
Debido a estas mejoras, el Perú
incluso ha servido como ejemplo para la FAO y para la Fundación Bill y Melinda
Gates, debido a las políticas aplicadas para la lucha contra este mal
nutricional.
“En los últimos 10 años, el Perú ha
reducido la DCI en un 50% y es uno de los casos de ejemplo en la región”,
destaca Carmen Burbano de Lara, representante local del Programa Mundial de
Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
Para Burbano de Lara, los buenos
resultados se deben a las políticas multisectoriales que se iniciaron contra la
DCI, y al presupuesto que cada ministerio asignó para esta tarea.
El gobierno del presidente Pedro
Pablo Kuczynski se ha propuesto reducir la DCI a 6,4% para el 2021.
—Anemia latente—
Sin embargo, lo que el Estado aún no
ha podido controlar ni derrotar es la anemia. En el 2016, el INEI identificó
que el 43,5% de menores de tres años (620 mil niños)padece anemia;un punto
porcentual más que en el 2015.
Alejandro Vargas, coordinador de la Fundación
Acción Contra el Hambre, hace una aclaración necesaria: la anemia no es
exclusiva de las zonas rurales, ya que el 40% de niños que la padece vive en
áreas urbanas.
Vargas recuerda que el problema
radica en una deficiente educación nutricional familiar, ya que no se incluyen
alimentos ricos en hierro en la dieta diaria.
El Ministerio de Salud ha intentado
combatir la anemia con la repartición de multimicronutrientes, conocidos como
‘chispitas’. Para Vargas, esto es insuficiente si es que no se refuerzan los
centros de salud para educar a las familias.
Aplicando estos planes preventivos y
educativos, la fundación logró reducir de 73% a cero la anemia en los niños de
la comunidad de Yanapampa, en la región Ayacucho.
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