Ni novedad ni sorpresa: Dios lo crea y la corrupcion los junta. En efecto, desde
hace muchos años existe una alianza (Quesquen lo llama alianza estrategica)
entre el Apra y el Fujimorismo que no tiene por qué llamarnos la atencion tratandose del aprofujimorismo.
Hay más de una razón que lo justifica
como, el impedir que sean juzgados por los delitos por el que han
sido denunciados y de esa manera cubrirse con el el manto de la inpunidad de los genocidios en los años 80 y 90 y las coimas de Odebrecht.
Por su contenido reflexivo, ajuntamos a continuacion una nota periodistica relacionada con el tema que estamos comentando:
EL APRA COMO FUJIMORISMO
Por Diario UNO el octubre 19, 2017
Cada año es más difícil saber si Mauricio Mulder y Javier
Velásquez Quesquén son apristas o fujimoristas. ¿Difícil? ¡No! ¡Imposible!
Ambos encarnan la corrupción del Apra de Alan García, ambos enarbolan la
bandera de la impunidad para García y Keiko Fujimori.
A esa “alianza estratégica” se refirió ayer Pedro Cateriano
Bellido, expresidente del Consejo de Ministros. En verdad, a los aliados los
une, hoy, la falta de principios, la ausencia de ideología y de programa. El
Apra fue un partido; Fuerza Popular nunca lo ha sido (su esencia personalista
la aproxima a la Unión Nacional Odriísta (UNO) y al Movimiento Democrático
Pradista). El Apra, el Apra real, antiimperialista y antioligárquica, duró de
1931 a 1945. La UNO y el MDP solo vivieron mientras sus iconos estuvieran en el
poder.
Cateriano es hombre de derecha. Su carrera política comenzó como
miembro activo del Movimiento Libertad, fundado por Mario Vargas Llosa. Fue
elegido diputado, pero despojado de su curul cuando Alberto Fujimori dio el
autogolpe que disolvió el Congreso, en 1992.
En esa etapa escribió el libro El caso García, en el cual
denuncia con pruebas la corrupción del jefe aprista en su primer gobierno. Esto
motivó que el Congreso enjuiciara a García por enriquecimiento ilícito; pero el
líder aprista recurrió a tinterilladas, a lo largo de años. Así logró que los
juicios prescribieran.
García sabe que tiene un prontuario tan escondido como los
dólares del Banco de Andorra ahí depositados por compañeros de su confianza;
tan escondidos e inmovilizados como los seis millones de dólares que Agustín
Mantilla depositó en el banco suizo UBS de Miami. Confía sin duda que sus demás
testaferros sean tan fieles como Mantilla, que se llevó a la tumba el origen de
esa fortuna.
Cateriano Bellido dijo ayer en Ideele Radio que es curioso que
los parlamentarios apristas y fujimoristas le den validez a las declaraciones
de Jorge Barata y Marcelo Odebrecht cuando se refieren a Ollanta Humala y
Nadine Heredia, pero cuestionen sus delaciones cuando hacen alusión a Alan
García y Keiko Fujimori. (Es una cosa curiosa. Cuando las afirmaciones de
Odebrecht y Barata afectan a Humala y Heredia, no hay duda absoluta, (pero)
cuando afectan a García y Keiko Fujimori (dicen que son) especulaciones. Keiko
Fujimori ha ido al Congreso y ante todos ha dicho que las anotaciones del
propio Odebrecht en su agenda son especulaciones.
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