miércoles, 19 de octubre de 2016

TRES HOMBRES ENTREGARON SU VIDA PARA SALVAR LA DE OTROS

¿CÓMO PENSAR  QUE LA VIDA  PUEDE TERMINAR ASÍ, HOY ESTAS Y DE REPENTE NO ESTAS?
Cuando uno pierde a un ser querido es muy doloroso y triste para todas las personas que este conocía. Es un difícil momento para los familiares y para quienes compartían la misma vocación, ya que tienen que aprender a vivir sin la compañía de estas personas que más allá de apagar incendios tenían por misión rescatar vidas.
A las 7 de la noche empezó el incendio y tres de ellos, Eduardo Jiménez, Alonso Chanduví y Raúl Sánchez tenían una misión especial,  el rescate de personas atrapadas, y eso es lo que hicieron.
A las nueve de la noche, anunciaron  que los tres hombres se encontraban desaparecidos. Al día siguiente,  acabado el desastre y removidos los escombros, se encontraron tres cuerpos y se confirmó que eran los tres desaparecidos.  
"Bomberos": Bendita palabra. Hombres y mujeres que encarnan la grandeza humana. "Héroes anónimos, pero abandonado por el Estado, sin sueldo, sin  beneficios y con  equipos que no se renuevan desde hace mucho.  
"Bomberos Héroes": con vocación en la que el peligro es rutina, seres que arriesgan el mayor tesoro —la propia vida— para salvar la ajena.
Ahora mismo, cuando todos nosotros estamos demudados por la tragedia, los bomberos siguen fieles a su rutina, mientras lloran a sus muertos, están listos para correr allí donde haga falta.
Honor y gloria por dejarnos una lección que nunca olvidaremos,  murieron tratando de salvar vidas que nunca encontraron, por encima de sus propias vidas.
"No hay palabras para describir el inmenso dolor que sentimos al perder así a nuestros compañeros de mangas, a nuestros hermanos de fuego. Nuestras más sentidas condolencias a familiares y amigos. Descansen en paz", señala jna publicación en Facebook.

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