- El exabrupto de la señora Keiko Fujimori frente al tema del indulto pone una vez más en evidencia el tipo de persona que es.¿Qué podemos pedirle a este par de sanguijuelas que vivieron y hoy viven a costa del bolsillo de todos los peruanos?.
- Nos hubiera gustado ver a una Keiko indignada, brutalmente dura, cuando el año 1992 su madre Susana Higuchi fue secuestrada y torturada en las dependencias del Servicio de Inteligencia Nacional por orden de Alberto Fujimori.
- Keiko acusa de "inhumano" al Presidente por no indultar a su padre ¿Cómo debemos llamar a su padre por el trato tan poco humano que aplicó a los estudiantes de La Cantuta, a los humildes y apolíticos moradores del jirón Huantar, en los Barrios Altos?
- La señora Keiko “Cree que está en la tenebrosa época del régimen fujimontesinista, cuando su padre podía encerrar a los opositores en una mazmorra o secuestrarlos, pero se equivoca porque ahora estamos en una democracia, señalaba-juan Sheput de Perú Posible.
- Escribía Paco Moreno “El no al indulto da un respiro de optimismo a este país cuyos políticos parecen vivir en el fango. La línea está trazada. Los fujimoristas enseñan los dientes. Nada más tienen que mostrar. Son el pasado vergonzante”.
ARTE FUJIMORISTA
DE INJURIAR
La primera : Lunes 10 de junio del 2013
La negativa del presidente Ollanta Humala de indultar a Alberto
Fujimori ha desatado la lengua de los hijos de éste, digamos herederos y
cómplices de su señor padre. Sucedió ayer, a la salida de la cárcel dorada de
que disfruta el personaje que renunció desde Asia a la presidencia de la
República.
Por César Lévano
Una nota que sorprende en las reacciones de los vástagos del
ladrón y asesino es la completa ausencia de referentes sobre la historia y los
crímenes del expresidente. Es eso que se llama cinismo.
Keiko se quejó de que Humala “tenga un trato inhumano en fondo y forma”. ¿No ha pensado en el trato tan poco humano que su padre aplicó a los estudiantes de La Cantuta y la Universidad del Centro, a los humildes y apolíticos moradores del jirón Huanta, en los Barrios Altos?
“Estoy orgullosa de ser hija de ese hombre al que nunca le tembló la mano para tomar decisiones”. No le vibró la mano al dictador, sin duda, cuando firmó los decretos que eliminaban derechos de millones de trabajadores, o cuando dictó el shock que había prometido evitar. Tampoco le tembló la mano cuando firmó el ascenso de los miembros del Grupo Colina, al cual otorgó el indulto que ahora reclamaba para sí.
Kenji, el inexplicable congresista, hijo de Fujimori, expresó que los fujimoristas van a convertir el dolor por la frustración del indulto en “más fortaleza, más mística, más trabajo”. ¿Cuál trabajo? Se desconoce en qué haya trabajado el sujeto, como no sea en la fundación de empresas vinculadas con el narcotráfico.
El hijo del ladrón definió a su padre como el hombre “que dio la paz y la estabilidad derrotando al terrorismo”. No, joven. Al terrorismo no lo derrotó la guerra sucia desatada por su padre, con la complicidad de su carnal Vladimiro Montesinos, quien era algo así como el padrino de los narcos. La prueba es que mientras los contingentes represivos secuestraban, torturaban, asesinaban y hacían desaparecer a acusados de terrorismo, muchos de ellos inocentes, en esa época la Policía, gracias al trabajo del Grupo Especial de Inteligencia policial, capturaba, paso a paso, a los dirigentes de Sendero Luminoso y apresaba a Abimael Guzmán, el todopoderoso jefe de la organización vertical que se vino abajo con su apresamiento.
Kenji quizá no se ha enterado de que su padre estaba pescando placenteramente aquel fin de semana en que fue apresado Guzmán, sin resistencia, en un barrio residencial y rodeado de mujeres, con lo cual “la cuarta espada de la revolución mundial”, que nunca había brillado en ningún combate, pasó al archivo.
Para aliviar la oceánica ignorancia del joven Fujimori me permito recomendar el libro Abimael. La Captura, de Víctor Tipe Sánchez. Ahí se va a enterar de que su papá no intervino para nada en la lucha real contra Sendero.
Keiko se quejó de que Humala “tenga un trato inhumano en fondo y forma”. ¿No ha pensado en el trato tan poco humano que su padre aplicó a los estudiantes de La Cantuta y la Universidad del Centro, a los humildes y apolíticos moradores del jirón Huanta, en los Barrios Altos?
“Estoy orgullosa de ser hija de ese hombre al que nunca le tembló la mano para tomar decisiones”. No le vibró la mano al dictador, sin duda, cuando firmó los decretos que eliminaban derechos de millones de trabajadores, o cuando dictó el shock que había prometido evitar. Tampoco le tembló la mano cuando firmó el ascenso de los miembros del Grupo Colina, al cual otorgó el indulto que ahora reclamaba para sí.
Kenji, el inexplicable congresista, hijo de Fujimori, expresó que los fujimoristas van a convertir el dolor por la frustración del indulto en “más fortaleza, más mística, más trabajo”. ¿Cuál trabajo? Se desconoce en qué haya trabajado el sujeto, como no sea en la fundación de empresas vinculadas con el narcotráfico.
El hijo del ladrón definió a su padre como el hombre “que dio la paz y la estabilidad derrotando al terrorismo”. No, joven. Al terrorismo no lo derrotó la guerra sucia desatada por su padre, con la complicidad de su carnal Vladimiro Montesinos, quien era algo así como el padrino de los narcos. La prueba es que mientras los contingentes represivos secuestraban, torturaban, asesinaban y hacían desaparecer a acusados de terrorismo, muchos de ellos inocentes, en esa época la Policía, gracias al trabajo del Grupo Especial de Inteligencia policial, capturaba, paso a paso, a los dirigentes de Sendero Luminoso y apresaba a Abimael Guzmán, el todopoderoso jefe de la organización vertical que se vino abajo con su apresamiento.
Kenji quizá no se ha enterado de que su padre estaba pescando placenteramente aquel fin de semana en que fue apresado Guzmán, sin resistencia, en un barrio residencial y rodeado de mujeres, con lo cual “la cuarta espada de la revolución mundial”, que nunca había brillado en ningún combate, pasó al archivo.
Para aliviar la oceánica ignorancia del joven Fujimori me permito recomendar el libro Abimael. La Captura, de Víctor Tipe Sánchez. Ahí se va a enterar de que su papá no intervino para nada en la lucha real contra Sendero.
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LA QUE SE VIENE DESPUÉS DEL NO INDULTO
La Primera Lunes 10 de junio del 2013
Bien, a pesar de los pronósticos el Presidente tomó una decisión
como no lo había hecho a lo largo de su gobierno, es decir, sin poner los ojos
en la derecha y sus medios y tratando de guardar alguna coherencia entre el
Ollanta original y el que exhibe una banda roja y blanca. Porque efectivamente
hubiera sido un remate fatal para la historia del nacionalismo que el
insurrecto de Locumba que exigía la cárcel para los corruptos y los que
distorsionaron el papel del Ejército, haciéndolos parte de crímenes y
fechorías, cayera en la trampa de la falsa conmiseración para liberar al jefe
de la banda que nos gobernó en los 90.
El no indulto es por supuesto una ruptura de palitos con el
fujimorismo a la que seguramente se va a plegar el APRA. Ya encontrará AGP la
manera de conectar la negativa de Ollanta con el chavismo y la reelección
conyugal, así como al intento por inhabilitarlo por su propia corrupción para
detener su impetuosa candidatura hacia el 2016. En fin, la política peruana
siempre se presta para la farsa. El mejor ejemplo son estos meses en los que la
maquinaria naranja ha querido meter en el país, mediante todo tipo de
teatralizaciones, la idea de que Fujimori estaba en las últimas, para despertar
sentimientos de lástima y poner al Presidente contra la pared.
El punto es que acabó una etapa. Y Humala tratará de que pase
esto lo más rápido posible con la menor reflexión y debate entre las partes.
Después de todo en lo que estaba es en lo que tenía que darles a los
empresarios para recuperar su confianza. Y, claro, como que el no indulto no
encaja muy bien, sobre todo teniendo en cuenta el profujimorismo de la CONFIEP
y otros gremios empresariales. Pero ahí vamos, y el cálculo debe ser que lo que
se impondrá es el pragmatismo y que el hombre de la DIROES bajará muy pronto
del primer plano de las noticias. Todo esto si Keiko, Kenji y los demás
asimilan su derrota y no deciden cobrársela al Presidente. Y eso está por
verse.
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