CODECI-CN
viernes, 26 de diciembre de 2008
Crisis dejaría sin trabajo a miles de peruanos
La situacion es mucho mas complicada de lo que se piensa, por que la crisis que es mundial empezo a mostrar sus primeros efectos en el pais que dejaria sin trabajo a cientos de miles peruanos.
Asi estan las cosas y el gobierno bien gracias, no dicta medidas concretas con la finalidad de mermar las consecuencias de la crisis en el pais aun cuando los sectores más afectados serián el textil, seguido de la agroindustria y la minería.
Escribe Mirko Lauer: Aquí en Perú la crisis es tratada como un simple empeoramiento de los negocios, curable con aspirinas anticrisis, y con un encallecido laissez fairista al mando del MEF.
Lo unico cierto es que creemos que es el principio del fin de un sistema que ha empezado inrremediablemente a caer.
EMILIO TORRES MELENDEZ
PARA LA REFLEXION Y PREUCUPACION ADJUNTAMOS NOTA PARIODISTICA.
La republica 25-12-8
Neoliberales, ¿no están muertos, solo estaban de parranda?
Diario La Republica
Crisis dejaría sin trabajo a miles de peruanos
La situacion es mucho mas complicada de lo que se piensa, por que la crisis que es mundial empezo a mostrar sus primeros efectos en el pais que dejaria sin trabajo a cientos de miles peruanos.
Asi estan las cosas y el gobierno bien gracias, no dicta medidas concretas con la finalidad de mermar las consecuencias de la crisis en el pais aun cuando los sectores más afectados serián el textil, seguido de la agroindustria y la minería.
Escribe Mirko Lauer: Aquí en Perú la crisis es tratada como un simple empeoramiento de los negocios, curable con aspirinas anticrisis, y con un encallecido laissez fairista al mando del MEF.
Lo unico cierto es que creemos que es el principio del fin de un sistema que ha empezado inrremediablemente a caer.
EMILIO TORRES MELENDEZ
PARA LA REFLEXION Y PREUCUPACION ADJUNTAMOS NOTA PARIODISTICA.
La republica 25-12-8
Neoliberales, ¿no están muertos, solo estaban de parranda?
Diario La Republica
Jue, 25/12/2008 - 01:26
Por Mirko Lauer
Todavía no hay banqueros saltando en frac desde los rascacielos de Wall St. Pero el suicidio en estos días de un hombre que perdió US$1.5 billones en una pirámide, que es poco frente a lo que se viene perdiendo, por fin les habrá transmitido a algunos la gravedad de la crisis del capitalismo neoliberal de tipo vive como quieras, mediante el dejar hacer, dejar pasar (laissez faire).
Pero en la medida que controla medios y dinero el neoliberalismo se resiste a morir. Arianna Huffington en su blog opina que “el colapso del comunismo como sistema político marcó la hora final del marxismo como ideología. Pero ahora que el capitalismo de laissez faire ha tenido un fracaso monumental en la práctica… la ideología sigue vivita y coleando”.
Huffington teme que si no se le clava una estaca en el corazón, el monstruo del fundamentalismo de mercado revivirá para seguir asolando la economía, sosteniendo que “a los mercados les va mejor cuando se les deja solos”. Son ideas que en la blindada Lima, Perú, todavía ni siquiera han llegado al debate, y menos a la preocupación del gobierno.
En uno de los célebres debates de Oxford, Jonathan Michie dijo algo parecido: si se le permite, Mr. laissez faire va a volver, sobre todo si no son aprendidas las lecciones de la crisis bancaria global. La urgente necesidad de futuro sustenta-ble no es solo para el ambiente, sino también para la economía.
Noreena Hertz, en The New Statesman, sostiene que “Presenciamos la muerte de un paradigma. Como se da en los duelos, la nueva realidad es enfrentada con negaciones, resistencia y furia por parte de los iniciadores y defensores de la vieja fe”. No estamos, dice, ante meros errores del sector bancario, sino ante “la muerte del capitalismo Gucci”.
Afirma que estamos, más bien, ante el fin de la teoría dominante por dos decenios que anteponía “la libertad a la igualdad, daba a los mercados más poder que a los Estados, y veía el riesgo como un bien público que no debía ser controlado”. Son comentarios que dan la impresión de ir más allá de una mera vuelta al keynesianismo.
Hay, pues, cierta coincidencia en un sector de la academia y el periodismo sobre que el neoliberalismo no se va a morir tranquilo, ni se va a ir por sí solo. Pero nadie está adelantando la mane-
ra de impedir un retorno apenas las aguas se calmen y el crecimiento vuelva a necesitar fondos, vengan de donde vengan.La idea estándar sobre esto es gobiernos dispuestos a regular pero que no se vayan al otro extremo. A pesar de su doctrina, la social-democracia no demostró interés por ese trabajo. Aquí en Perú la crisis es tratada como un simple empeoramiento de los negocios, curable con aspirinas anticrisis, y con un encallecido laissez fairista al mando del MEF.
Por Mirko Lauer
Todavía no hay banqueros saltando en frac desde los rascacielos de Wall St. Pero el suicidio en estos días de un hombre que perdió US$1.5 billones en una pirámide, que es poco frente a lo que se viene perdiendo, por fin les habrá transmitido a algunos la gravedad de la crisis del capitalismo neoliberal de tipo vive como quieras, mediante el dejar hacer, dejar pasar (laissez faire).
Pero en la medida que controla medios y dinero el neoliberalismo se resiste a morir. Arianna Huffington en su blog opina que “el colapso del comunismo como sistema político marcó la hora final del marxismo como ideología. Pero ahora que el capitalismo de laissez faire ha tenido un fracaso monumental en la práctica… la ideología sigue vivita y coleando”.
Huffington teme que si no se le clava una estaca en el corazón, el monstruo del fundamentalismo de mercado revivirá para seguir asolando la economía, sosteniendo que “a los mercados les va mejor cuando se les deja solos”. Son ideas que en la blindada Lima, Perú, todavía ni siquiera han llegado al debate, y menos a la preocupación del gobierno.
En uno de los célebres debates de Oxford, Jonathan Michie dijo algo parecido: si se le permite, Mr. laissez faire va a volver, sobre todo si no son aprendidas las lecciones de la crisis bancaria global. La urgente necesidad de futuro sustenta-ble no es solo para el ambiente, sino también para la economía.
Noreena Hertz, en The New Statesman, sostiene que “Presenciamos la muerte de un paradigma. Como se da en los duelos, la nueva realidad es enfrentada con negaciones, resistencia y furia por parte de los iniciadores y defensores de la vieja fe”. No estamos, dice, ante meros errores del sector bancario, sino ante “la muerte del capitalismo Gucci”.
Afirma que estamos, más bien, ante el fin de la teoría dominante por dos decenios que anteponía “la libertad a la igualdad, daba a los mercados más poder que a los Estados, y veía el riesgo como un bien público que no debía ser controlado”. Son comentarios que dan la impresión de ir más allá de una mera vuelta al keynesianismo.
Hay, pues, cierta coincidencia en un sector de la academia y el periodismo sobre que el neoliberalismo no se va a morir tranquilo, ni se va a ir por sí solo. Pero nadie está adelantando la mane-
ra de impedir un retorno apenas las aguas se calmen y el crecimiento vuelva a necesitar fondos, vengan de donde vengan.La idea estándar sobre esto es gobiernos dispuestos a regular pero que no se vayan al otro extremo. A pesar de su doctrina, la social-democracia no demostró interés por ese trabajo. Aquí en Perú la crisis es tratada como un simple empeoramiento de los negocios, curable con aspirinas anticrisis, y con un encallecido laissez fairista al mando del MEF.
No hay comentarios:
Publicar un comentario