TODO ESTO SE HABRIA OCULTADO DE HABER LLEGADO AL GOBIERNO KEIKO
FUJIMORI
En
la historia del Perú se han dado casos que han logrado el nivel del escándalo, pero lo que viene encontrándose en el entorno familiar de los Fujimori, rebasa
lo increíble, como lo demuestra la nota publicada por la periodista
Rosa María Palacios:
LA INVESTIGACIÓN DE LA QUE LOS FUJIMORI NO HABLAN
ROSA MARIA PALACIOS 21 junio, 2016
Reproduzco, con permiso de sus autores, la investigación acerca
de los negocios de los hermanos Fujimori publicada en Poder.pe y en La
República. Lo hago porque veo que pasan los días y hay el interés de
matar una historia que puede ser el hilo de una madeja mucho mas
grande. Lean con paciencia y asómbrense de la buena fortuna de los
hermanos Fujimori. Algunos
nombres les serán muy conocidos.
CÓMO LA ALMACENERA DE LOS FUJIMORI SE
TRANSFORMÓ EN SOCIA DE UNA FIRMA NIPONA
Fórmula del éxito.
Recurriendo a la modalidad de
“capitalización de deudas” con compañías controladas por los propios Fujimori,
la empresa-bandera de los hijos del ex presidente logró un vertiginoso ascenso
financiero en solo dos años. La cereza de la torta fue la sociedad con la
transnacional japonesa Sankyo.
Daniel Yovera / Poder.pe
Edmundo Cruz / La República
Logística Integral Marítima Andina SA (Limasa), la empresa de
los hijos de Alberto Fujimori, Hiro y Kenji, ha tenido un crecimiento
importante desde su fundación, en el año 2009, hasta su reciente sociedad con
una gigante japonesa de la logística marítima y aérea.
El hallazgo de cien kilos de droga en el almacén, en el 2013, no
impidió que el capital social de la firma siguiera creciendo, al punto que
desde fines del 2014 y hasta hace dos semanas, la empresa se marketeaba en su
página web –que ya borraron– como una “transnacional”.
Parte fundamental de la fórmula del éxito ha sido la
aplicación de la llamada “capitalización de créditos”, un esquema legal que
permite que el valor de una deuda contraída por una empresa se canjee por
acciones que el deudor emite a favor del prestamista. Al recibir el
acreedor el paquete accionarial, se incorpora como socio a la persona jurídica,
que simultáneamente deja de ser deudora.
En el caso específico de Limasa, los Fujimori crearon una
segunda empresa de menor tamaño, que en solo un mes y tres semanas de creación
le prestó dinero a la almacenera; esta deuda se capitalizó, es decir, Limasa
emitió acciones a favor del prestamista, que pasó de ser acreedor a
accionista, incorporando capital nuevo.
Después crearon otra razón social, que en un mes y medio
consiguió que una empresa japonesa le prestara casi US$ 1 millón y medio.La
compañía se llama Sankyo Global Logistics (Canadá), perteneciente a Sankyo
Corporation, una transnacional nipona de logística y transporte aéreo y
marítimo que forma parte del gigante del mercado asiático Fujiki Group.
Tras ello, Limasa absorbió a la empresa menor y se convirtió en
la deudora de Sankyo. Luego capitalizaron el millón y medio de dólares y en los
últimos días de junio del 2014, gracias a ese esquema, Sankyo se convirtió en
socio de los Fujimori Higuchi.
La nueva alianza de corte oriental fue formalizada en la junta
de accionistas del 1 de julio del mismo del 2014, y el 27 de agosto del mismo
año fue sellada en el país del sol naciente.
Uno de los integrantes de la compañía nipona estuvo en
Lima en febrero pasado. Es un norteamericano experto en asesoría financiera y
comercial, que se tomó un tiempo para dirigirse al penal de Barbadillo y
conversar por casi tres horas con Alberto Fujimori.
Poder.pe y La República revelan a continuación esta historia de
auge y emprendimiento de los hermanos Fujimori.
COCTEL EN TOKYO
Cuando Limasa y la japonesa Sankyo concretaron su sociedad,
Kenji y dos socios suyos de Limasa –Marco Ynaba Reyna y Roberto Pastor Zagal–
viajaron a Tokyo para darle el encuentro a Hiro y a un tercer socio, un
analista financiero y experto comercial llamado Daniel Scott Matson, natural de
Estados Unidos. Todos fueron presentados ante la sociedad empresarial nipona
como flamantes aliados de Sankyo Corporation.
Con impecables trajes, los hermanos Fujimori y sus socios
llegaron al The Foreign Correspondents’ Club, de Tokyo, y se ubicaron en la
primera fila del salón de conferencias, al lado de los jerarcas de la
corporación japonesa liderados por su presidente, Kozo Fujiki, cabeza del Grupo
Fujiki.
Kozo Fujiki estuvo a cargo del discurso final, encargándose de
presentar a sus nuevos socios, Fujimori, Scott, Ynaba y Pastor. Luego, pasaron
al cóctel y brindaron por el presente y el futuro de sus negocios. En Yokohama,
la sede de Grupo Fujiki, hubo otras formalidades.
De regreso a Lima y con el negocio cerrado, Kenji y sus socios
se enfocaron en nuevas tareas: primero, cambiaron el nombre de Limasa por el de
Integrated Global Logistics (IGL); luego, informaron a sus clientes de la
naciente sociedad con Sankyo Corporation; y después, anunciaron que ya eran
“empresa transnacional”.
En octubre, con los nuevos aires orientales, lanzaron tres
negocios más: IGL Servicies SAC, para el servicio de estibadores a clientes
externos, IGL Containers SAC, para ofrecer 35 contenedores de 40 pies, e IGL
Transports SAC, que administra tractores-camión para el traslado de
contenedores desde el puerto hasta el almacén.
“El 2014 ha sido el año del cambio y cimiento para el
crecimiento de Integrated Global Logistics SA”, escribió en la memoria
institucional de ese año el gerente general, Roberto Pastor, uno de los
viajeros a Japón.
Ese crecimiento había empezado tempranamente, en los años
iniciales de la empresa de bandera de los Fujimori.
Aumentos de Capital
Limasa se creó en julio del 2009 con S/. 40 mil de capital
social. Kenji Fujimori, que aún no era congresista, se asoció con José Begazo
Ramos, José Begazo Bedoya y Marco Ynaba Reyna. Los dos últimos fueron
investigados por un hallazgo de más de 500 kilos de droga en el 2006, cuando
laboraban en almacenes Licsa. El caso fue archivado.
En noviembre de ese año el capital aumentó a S/. 294,720, y en
diciembre del año siguiente a S/. 991,220. Hasta ese entonces los incrementos
fueron aportes individuales, directos y equitativos de dinero, pero la paridad
acabaría cuando Kenji compró 297,366 acciones y pasó a liderar la sociedad.
Para entonces se había incorporado a la sociedad Miguel
Ramírez Huamán, primo de Joaquín Ramírez.
CAPITALIZACIÓN DE DEUDA
A partir de entonces dejaron de lado los aportes directos y
empezaron a aplicar el esquema de capitalización de créditos.
El primero se concretó 28 de junio del 2012. Una empresa, FM
Capital Partners SAC, constituida un mes y tres semanas antes con S/. 1,000 de
capital social, le había prestado a Limasa S/. 424,809. Según la Sunat, el
domicilio fiscal de FM Capital es la Av. Néstor Gambetta 190, Callao, las
mismas oficinas de Limasa.
Los socios fundadores de la razón social son los Carlos y Miguel
Torres Morales, abogados del estudio jurídico que fundó su padre, el expremier
de Fujimori, Carlos Torres y Torres Lara. Miguel Torres, compañero de promoción
de Kenji en el colegio Recoleta, es hoy flamante congresista electo por Fuerza
Popular.
Los abogados designaron omo gerente general de la empresa a
Vladimir Alexeis Ortega Vidal, un joven de 22 años que registra domicilio en el
kilómetro 22 de la avenida Túpac Amaru, en Comas.
Limasa no le devolvió a FM Capital Partners el préstamo. El 28
de junio sus accionistas decidieron canjear la deuda de S/. 424,809 emitiendo
424,809 acciones nominales a favor de FM Capital, que de acreedor se incorporó
a Limasa como el principal accionista. De ese modo, los S/. 424,809 adeudados
se inyectaron al capital social de la empresa, que creció de S/. 991,220 a S/.
1’424,809.
El ingreso de FM Capital Partners permitió una segunda y más
importante operación de aumento de capital. El mes siguiente, 31 de julio, la
junta general de accionistas de Limasa emitió acciones a favor de FM Capital,
con “prima de capital”, por el valor de S/. 1’451,191.
La “prima” es el valor adicional que los accionistas le dan a
una acción nominal. Por ejemplo, si el valor nominal de una acción es de S/. 1,
y los accionistas la cotizan en S/. 1.5, el medio sol es la “prima”. En el caso
especifico de Limasa y FM Capital, los documentos no precisan si el adicional
fue consecuencia de otra deuda que se volvió a canjear por acciones, o de la
emisión de un nuevo paquete accionarial de Limasa. Lo cierto es que ello
incrementó, otra vez, el capital de Limasa a S/. 2’867,220. En solo un mes.
Para mayo del 2014 los socios de FM Capital Partners
-accionista mayoritaria de Limasa- eran Hiro Fujimori y el norteamericano
Daniel Scott Matson.
LA ABSORCIÓN
En 2014 fue el segundo momento de incremento de capital por
capitalización de crédito.
El 2 de mayo, dos abogados, Dante Sanguinetti Marroquín y
Gianpaul Castañeda Carruitero, fundaron la razón social Inversiones Perú Japón
SAC, con S/. 100 de capital social. El 31 del mismo mes designaron como gerente
general a Alexeis Ortega Vidal, el mismo muchacho al que dos años antes
nombraron gerente de FM Capital Partners.
Los accionistas de Inversiones de Perú Japón eran, al 30 de
junio de ese año, FM Capital Partners, la empresa de Hiro y Daniel Scott,
con 52 acciones; Kenji, con 36 acciones; y el socio de éste, Marco Ynaba, con
12 acciones. Eso hacía un total de 100 acciones.
Entre su fundación, el 2 de mayo, y su desaparición, el 30 de
junio del 2014, la novísima empresa se había convertido en la principal socia
de Limasa, con 1’204,233 acciones, es decir, casi el 40% de la participación
total.
Pero, aun siendo su principal accionista, Limasa absorbió a
Inversiones Perú Japón. Y al incorporarla a su patrimonio, Limasa sumó los S/.
100 de capital que tenía Inversiones Perú Japón, de modo que el capital social
de la empresa el almacén del Callao pasó de S/. 2’867,220 a S/. 2’867,320.
Como siguiente paso, los accionistas de Limasa –Kenji, Hiro e
Ynaba– cancelaron a los socios de Inversiones Perú Japón –Kenji, Hiro e Ynaba–
S/. 1’204,233 por igual número de acciones que aquella poseía en la almacenera.
Es decir, se pagaron a sí mismos. Y, como en términos legales se trató de
un desembolso de dinero, el capital social de Limasa bajó a S/. 1’663,087.
Pero no fue el último paso.
LA ÚLTIMA MOVIDA
En el mismo período entre su creación y su cierre, es decir, el
lapso de un mes con tres semanas, Inversiones Perú Japón había adquirido un
préstamo por US$ 1’470,000. No con el sistema bancario, sino con la japonesa
Sankyo Global Logistics (Canada) Inc., que, como ya explicamos, forma parte de
la corporación asiática Sankyo Corporation.
Al ser “tragada” por Limasa, Inversiones Perú Japón –controlada
por los hermanos Fujimori y sus socios– era dicha almacenera la que asumía la
deuda.
Pero, como señalamos líneas arriba, ni Limasa pagó, ni Sankyo,
la acreedora, cobró. El 1 de julio del 2014, un día después de la absorción,
los hijos de Fujimori y sus socios aplicaron nuevamente el esquema de
capitalización.
Y efectuaron dos operaciones: primero, canjearon S/. 415,772 del
total de la deuda, que ingresaron a las cuentas del capital social, que pasó de
S/. 1’663,087 a S/. 2’078,859; y segundo, la junta decidió capitalizar US$
700,000 más de la deuda con Sankyo, emitiendo acciones por el valor de S/. 3.71
cada una.
Los documentos notariales obtenidos por Poder.pe y La República
no precisan cuál fue el destino de este dinero, pues no se sumó al capital
social.
Ese mismo día, 1 de julio el presidente de Sankyo, Kozo Fujiki,
envió desde Japón una carta a Roberto Zagal, gerente general de Limasa, para
dar su “consentimiento” a la operación.
Sankyo se convirtió en accionista de Limasa y en socio de los
hijos de Alberto Fujimori, en una junta de accionistas encabezada por Marco
Ynaba Reyna y el joven Alexeis Ortega Vidal, entonces con 24 años, a quien
revistieron de facultades para representar a Limasa e inscribir los acuerdos
ante las notarías y los Registros Públicos de Lima y Callao.
Según el acta de la junta general de accionistas del 31 de
agosto del 2015, los socios de Limasa en orden de importancia son: FM Capital
Partners, de Hiro Fujimori y Daniel Scott Matson, con el 41.38%; Kenji
Fujimori, con el 28.96%; Sankyo Global Logistics, con 20%; y Marco Ynaba Reyna,
con 9.66%.
El mes siguiente, 27 de agosto, la flamante sociedad
Limasa-Sankyo fue oficializada en Tokyo, como ya hemos detallado.
Visitantes de la Diroes
Daniel Scott Matson, uno de los socios de los hermanos Fujimori,
presente en la ceremonia en Tokyo, arribó a nuestro país el 14 de febrero
pasado, en plena campaña electoral. El domingo 28 del mismo mes, a la 1:04 de
la tarde, el estadounidense llegó al penal de la Diroes para visitar a Alberto
Fujimori.
Conversó con él durante casi tres horas y se marchó a las 3:57
de la tarde.
El reporte de visitas a la Diroes indica que durante esas tres
horas el padre de Hiro y Kenji conversó casi exclusivamente con con Scott. Días
después de la visita, abandonó el país.
El experto financiero y comercial radicado en Japón que cuenta
con 52 años, no solo es socio de Hiro. Desde abril del 2015, Scott es asesor
corporativo de Sankyo Corporation, tal como consigna en su página de la red
Linkedin.
El contenido de su extensa charla con Fujimori es por el momento
un misterio.
Opinan expertos.
Poder.pe y La República buscaron la opinión de los abogados
Martín Mayandía y Klever Espinoza, expertos societario y tributario
respectivamente del estudio Benitres, Forno y Ugaz. Sin identificar a las
empresas y a los socios mencionados, consultamos sobre el esquema de
“capitalización de deuda” aplicado en este caso.
“Desde una perspectiva comercial, no es usual que se realice la
participación en un negocio siguiendo la estructura planteada, porque se
generan muchos sobre costos en un período tan corto”, señaló Mayandía.
El abogado societario indicó que “si bien en términos técnicos
el mecanismo utilizado es legal, se busca lograr por la vía indirecta lo que se
podría lograr por la vía directa”.
Por su parte, Espinoza cuestionó: “Eso nos hace pensar que la
operación se hizo sin una adecuada asesoría comercial y menos legal. De
lo contrario, si esto es parte de una serie de operaciones estructuradas y con
un objetivo definido, debiera llamar la atención de las autoridades
tributarias, fiscales y de la UIF a fin de verificar que se trata de
operaciones reales y que no se encubre ningún tipo de acto ilegal o ilícito”.
“La situación es más delicada aun considerando el contexto en el
que nos encontramos, en el que diversos sujetos han empleado mecanismos que
limitan lo legal para mover capitales que se obtuvieron de manera ilegal o que
no ha tributado”, concluyó.
El Ministerio Público, la Unidad de Inteligencia Financiera y la
Sunat deberían iniciar una investigación de estas operaciones, en aras de la
transparencia.
Colaboración: Jorge Weston, Laura
Grados (Útero.pe), Elizabeth Prado y Johana Valer.
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