Escribía Isabel Allende: La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si
puedes recordarme siempre estaré contigo.
La nota que sigue fue remitida a mi correo y la posteo por su alto contenido reflexivo:
DALE UNA MIRADA
A LA VIDA DEL AMIGO MANUEL OLANO
Cuando un dirigente muere nunca muere porque
sus dirigentes se convierten en todo un pueblo. ¿Buen momento para
reflexionar?... y hacer un balance en el campo social que ha crecido en los
tiempos. Nos estamos refiriendo a los de hoy los llamados líderes sociales;
Esta gente tan especial, tan extraordinaria que no se asusta por las
dificultades y aún en las más grande y deciden hacer algo; porque entienden que
en cualquier aporte hasta en el más pequeño vale la pena si ayudas a cambiar la
vida de las de otras personas ´para el bien. ¿Por qué reconocer el valor y la
existencia de estas personas?... Generando cambios positivos para la sociedades
en nuestro país. Otra característica fundamental de estas personas es que no
tienen casi tiempo para pensar en sí mismo; porque están demasiados ocupados en
buscar soluciones, para mejorar y dar un nivel de vida digna a sus semejantes.
Ese poder de Dar que poseen… La vocación de ayudar a la gente… Porque ellos
entienden que la política es el arte y la ciencia para servir al ser humano;
por eso antes de ser un gran líder hay que ser un gran ser humano. Porque los
lideres naturalmente nacen de sus masas, como es en el caso de nuestro amigo
Manuel Olano que con su ejemplo nos inspira a seguir a las nuevas y futuras
generaciones del pueblo de Carabayllo a tener un reto con su historia. Creando
espacio para la unidad como elemento central para el desarrollo de los
problemas de la comunidad. Cuyos procesos de unidad deben de verse más allá de
los procesos electorales; movilizando y articulando puentes para construir ese
gran tejido social que se requiere; como la matriz que conlleva al campo
unificador, abierto a todas las fuerzas democráticas y progresistas expresadas
en forma colectiva o individual de todos los ciudadanos y ciudadanas que luchan
por la justicia y desarrollo social, respetándose mutuamente porque la
revolución de las sociedades inteligentes no es violencia, sino, es la
revolución de la conciencias colectivas. Donde en los pueblos reine la paz, se
sienta el amor y que sobre todo juntos construyan un mundo mejor para todos, un
mundo más humano, un mundo más libre y sobre todo respetando el medio ambiente
en el cual vivimos. Donde fuéramos capaces de unirnos
¡Qué hermoso y cercano sería el
futuro!!!!!! “PORQUE YO NO SOY UN HOMBRE… SOY TODO UN PUEBLO… Y EL PUEBLO ES
MÁS QUE SUS DIRIGENTES”
Manuel Olano
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