RENZO REGGIARDO SERÍA QUIEN DEFINA SI SE QUEDA O NO COMO
COORDINADORA DE LA COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL CONGRESO
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MARTHA CHAVEZ EMPUJA AL CONGRESO A UNA NUEVA CRISIS
Diario La Primera Publicado: Miércoles 13 de noviembre del 2013
MARTHA CHAVEZ EMPUJA AL CONGRESO A UNA NUEVA CRISIS
Diario La Primera Publicado: Miércoles 13 de noviembre del 2013
La insólita forma en que Martha Chávez ha intentado ratificarse en el cargo de coordinadora de una subcomisión congresal encargada nada menos que de revisar la política de derechos humanos de los años recientes, incluidos los trabajos de la Comisión de la Verdad, invento inquisitorial de la propia congresista fujimorista, sirve como muestra patética de los métodos de organización creados en torno a la figura del exdictador Alberto Fujimori.
Raúl Wiener
POLITIKA Analista
Martha Chávez no tiene que ver con
nadie. Se elige entre tres (ella y otro fujimorista, más el voto del despistado
Benítez); se vale de los miedos de Eguren a confirmar su condición de papanatas
(lo que se confirma) y de diversos oportunismos, para hacer un supuesto acto de
fuerza ratificando la subcomisión; niega atribuciones a la Oficialía Mayor para
discernir sobre el quórum de la sesión, pero apenas ve que va a perder en el
pulseo, vuelve a convocar a la subcomisión que estaba disminuida por las
renuncias para hacerse elegir por segunda vez; la subcomisión son ahora tres
fujimoristas (Chávez, Rosas y Spadaro) y un Mulder, que sin ningún título (no
fue elegido), asiste para darles quórum y se abstiene sin tener derecho a voto.
Fácil se puede entender como actuarían todos estos de ser gobierno. Primero, les importaría un pito la opinión de la gente. Segundo, no concertarían con nadie, como hacían en los años 90. Tercero, utilizarían al APRA y a cualquier otro grupo político como comparsa para sus objetivos. Cuarto, pasarían por encima de cualquier reglamento. Pero si esto es el estilo, hay que ver las consecuencias del entrampamiento provocado por el empeño de Chávez de no soltar la chaveta que cree tener en la mano para vengarse de los movimientos de los derechos humanos y la Comisión de la Verdad, a los que responsabiliza del destino carcelario de su jefe máximo.
Presumo que la Comisión de Derechos Humanos que generó la subcomisión de marras, no reconocerá la segunda elección de la Chávez, que es peor que la primera en términos de desafío a la legalidad. Si no lo hiciera estaríamos ante un 5 de abril parlamentario y ante la capitulación de los partidos no fujimoristas. Pero si se produce una nueva invalidación de la elección: ¿cómo quedarán las relaciones interpartidarias? ¿Seguirá Chávez y su partido manteniendo que el coordinador ya está elegido? ¿Dónde se colocará el APRA después de haberle hecho el juego al partido de Keiko?
Estamos ante una crisis que nace de la nada y que prueba la fragilidad y el espíritu suicida que domina el Congreso. Para algunos, eso no es más que la traducción de que no saben qué quieren como gobierno, para otros que no entienden su papel como oposición supuestamente moderada. Finalmente, para el fujiaprismo esta parece una carta lanzada para armar el caos. A ver qué pasa.
Fácil se puede entender como actuarían todos estos de ser gobierno. Primero, les importaría un pito la opinión de la gente. Segundo, no concertarían con nadie, como hacían en los años 90. Tercero, utilizarían al APRA y a cualquier otro grupo político como comparsa para sus objetivos. Cuarto, pasarían por encima de cualquier reglamento. Pero si esto es el estilo, hay que ver las consecuencias del entrampamiento provocado por el empeño de Chávez de no soltar la chaveta que cree tener en la mano para vengarse de los movimientos de los derechos humanos y la Comisión de la Verdad, a los que responsabiliza del destino carcelario de su jefe máximo.
Presumo que la Comisión de Derechos Humanos que generó la subcomisión de marras, no reconocerá la segunda elección de la Chávez, que es peor que la primera en términos de desafío a la legalidad. Si no lo hiciera estaríamos ante un 5 de abril parlamentario y ante la capitulación de los partidos no fujimoristas. Pero si se produce una nueva invalidación de la elección: ¿cómo quedarán las relaciones interpartidarias? ¿Seguirá Chávez y su partido manteniendo que el coordinador ya está elegido? ¿Dónde se colocará el APRA después de haberle hecho el juego al partido de Keiko?
Estamos ante una crisis que nace de la nada y que prueba la fragilidad y el espíritu suicida que domina el Congreso. Para algunos, eso no es más que la traducción de que no saben qué quieren como gobierno, para otros que no entienden su papel como oposición supuestamente moderada. Finalmente, para el fujiaprismo esta parece una carta lanzada para armar el caos. A ver qué pasa.
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COMISIÓN DE JUSTICIA DESACTIVA GRUPO DE DERECHOS HUMANOS QUE HABÍA SIDO CAPTURADO POR MARTHA CHÁVEZ.DERROTA APROFUJIMORISTA
LA PRIMERRA 13-11-2013
DEFENSORA DEL GRUPO COLINA FUE DEFENESTRADA DE SUBCOMISIÓN DE DD.HH.
La Comisión de Justicia del Congreso
de la República desactivó ayer por nueve votos contra seis el subgrupo de
trabajo de derechos humanos del que se había apoderado Martha Chávez, lo que
significó una derrota de la coalición aprofujimorista y un triunfo de la democracia.
Tras un encendido debate de más de
cuatro horas en el que no faltaron los pullazos, el fujimorismo, que tuvo como
principal refuerzo al congresista aprista Mauricio Mulder, trató de defender la
presencia de Chávez al frente del subgrupo, pero sus esfuerzos fueron inútiles.
Como una de las últimas medidas para impedir que se vote la desactivación del subgrupo, la congresista Chávez solicitó que se realice una consulta a Oficialía Mayor del Parlamento sobre cuestiones de reglamentación que supuestamente no habían quedado resueltas en el debate.
El objetivo era que se traslade el pedido para que Oficialía resuelva en dos o tres días y de esta forma evitar que se desactive el subgrupo. Dicho pedido fue sometido a votación y rechazado en el acto.
Fue entonces que recién se pasó a votar el pedido de desactivación planteado por el vicepresidente de la Comisión de Justicia, Heriberto Benítez, quien, en esta oportunidad, tuvo el apoyo del oficialismo y el Frente Amplio-Acción Popular.
La votación fue nominal, es decir, cada congresista debía expresar su voto verbalmente. Con nueve votos a favor y seis en contra, incluido el del congresista Mulder, quien esta vez no se abstuvo como en la votación anterior en que se ratificó a Chávez, se dispuso la desactivación del grupo.
A favor de la desactivación se pronunciaron los legisladores nacionalista Teófilo Gamarra, Martín Rivas, Omar Chehade, Cenaida Uribe, Ana María Solór-zano y José Urquizo. También la legisladora de Acción Popular-Frente Amplio Rosa Mavila, Crisólogo Espejo de Perú Posible y Heriberto Benítez de Solidaridad Nacional.
En contra estuvieron los parlamentarios fujimoristas Julio Rosas, Octavio Salazar, Pedro Spadaro, Juan José Díaz y Rolando Reátegui. También el congresista aprista Mauricio Mulder, quien justificó su participación en el grupo de trabajo por haber sido elegido miembro titular de la Comisión de Justicia en reemplazo de su colega de bancada Renzo Reggiardo.
Luego de la derrota, Chávez dio sus últimos manotazos y solicitó la reconsideración de la votación, argumentando que su principal objetivo sería la investigación del informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
El congresista Juan Carlos Eguren, presidente de la Comisión, sostuvo que, pese a que no había un pedido formal por escrito para esa reconsideración, se sometía a votación a mano alzada.
El pedido fue rechazado en medio de la protesta de la congresista Chávez, quien se quedó sentada y asegurando a viva voz que continuará con la investigación a los miembros de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) “con o sin grupo de trabajo”.
ACALORADO DEBATE
Durante el debate quedó claro que las voces predominantes por parte de los que pedían la desactivación fueron los congresistas Benítez y Mavila, mientras que la defensa más ardorosa rechazando ese pedido fue argumentado por Chávez y Mulder, quien parecía un fujimorista más.
Benítez dijo que Chávez había desnaturalizado las condiciones por las que fue creado ese grupo de trabajo por lo que debía procederse a su desactivación.
Mavila sostuvo que la imagen del Congreso está de por medio y no podía estar al frente de un grupo de trabajo que ve un tema tan sensible como los derechos humanos, una persona como Chávez que tiene una opinión unilateral y genera polarización en la población.
Las cosas se pusieron calientes cuando Chávez dijo que algunos congresistas (dirigiéndose a Mavila) habían sido vistos alentando la guerra popular en la Universidad San Cristóbal de Huamanga.
Mavila respondió de inmediato señalando que “yo no he sido procesada por terrorista” y aseguró que en su momento se enfrentó y discrepó con las ideas del senderista Osmán Morote.
Mavila dijo que Chávez tiene un pensamiento unilateral y “considera que todos los miembros de la CVR son marxistas, que Leonor la Rosa se autotorturó, que los estudiantes de La Cantuta se autosecuestraron y que la coordinadora de derechos humanos es proterrorista”.
“Para presidir un grupo de derechos humanos no se puede tener una actitud sesgada”, agregó. “No es coherente que una sola bancada, una minoría tome decisiones en un tema tan álgido y de tanta gravitación como los derechos humanos”, señaló Mavila.
Mulder, por su parte, consideró que a nivel reglamentario no había ninguna objeción y se estaba tomando una decisión por los puntos de vista y la opinión de Martha Chávez, lo que consideró como “inaceptable”.
En su réplica Mavila indicó que los derechos humanos tienen que ser tratados de manera tolerante y solicitó la nulidad de la designación de Chávez, asegurando que sí era revisable.
Posteriormente, la congresista Martha Chávez sostuvo en una conferencia de prensa que “así como en el pasado le pegaban a uno un tiro de gracia, hoy me han pegado el tiro de gracia formal, legal”.
María Milagros Brugman
Redacción
Como una de las últimas medidas para impedir que se vote la desactivación del subgrupo, la congresista Chávez solicitó que se realice una consulta a Oficialía Mayor del Parlamento sobre cuestiones de reglamentación que supuestamente no habían quedado resueltas en el debate.
El objetivo era que se traslade el pedido para que Oficialía resuelva en dos o tres días y de esta forma evitar que se desactive el subgrupo. Dicho pedido fue sometido a votación y rechazado en el acto.
Fue entonces que recién se pasó a votar el pedido de desactivación planteado por el vicepresidente de la Comisión de Justicia, Heriberto Benítez, quien, en esta oportunidad, tuvo el apoyo del oficialismo y el Frente Amplio-Acción Popular.
La votación fue nominal, es decir, cada congresista debía expresar su voto verbalmente. Con nueve votos a favor y seis en contra, incluido el del congresista Mulder, quien esta vez no se abstuvo como en la votación anterior en que se ratificó a Chávez, se dispuso la desactivación del grupo.
A favor de la desactivación se pronunciaron los legisladores nacionalista Teófilo Gamarra, Martín Rivas, Omar Chehade, Cenaida Uribe, Ana María Solór-zano y José Urquizo. También la legisladora de Acción Popular-Frente Amplio Rosa Mavila, Crisólogo Espejo de Perú Posible y Heriberto Benítez de Solidaridad Nacional.
En contra estuvieron los parlamentarios fujimoristas Julio Rosas, Octavio Salazar, Pedro Spadaro, Juan José Díaz y Rolando Reátegui. También el congresista aprista Mauricio Mulder, quien justificó su participación en el grupo de trabajo por haber sido elegido miembro titular de la Comisión de Justicia en reemplazo de su colega de bancada Renzo Reggiardo.
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El congresista Juan Carlos Eguren, presidente de la Comisión, sostuvo que, pese a que no había un pedido formal por escrito para esa reconsideración, se sometía a votación a mano alzada.
El pedido fue rechazado en medio de la protesta de la congresista Chávez, quien se quedó sentada y asegurando a viva voz que continuará con la investigación a los miembros de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) “con o sin grupo de trabajo”.
ACALORADO DEBATE
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