¿alcalde o proxoneta?

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Informativo Virtual Nº 784

 VECINOS LE DICEN, ¿POR QUE NO LO UBICA EN SU CASA?

ALCALDE DE COMAS DR. KUSONOKI DE ACUERDO EN QUE ZONA ROSA DE LIMA SEA UBICADA EN EL DISTRITO DE COMAS’

El titular podría ser otro, pero es el que más se ajusta a la decisión torpe del alcalde DE COMAS DR. KUSONOKI que ha decidido convertir a Comas en el PARAISO DE LA PROSTITUCION (ZONA ROSA).

Los vecinos están convulsionados, desconcertados por tal “brillante torpeza”. Las zonas rosas son escenarios habituales de batallas campales de jóvenes y adultos desaforados que sobrepasan ampliamente los límites de lo normal. Corregir tal situación es urgente, puesto que una zona rosa no garantiza LA SEGURIDAD CIUDADANA.
Por lo visto, los problemas en la Municipalidad de Comas no tienen cuando acabar. Al rosario de denuncias en contra de la Gestión del DR. KUSONOKI se agrega una más, que de ser cierto convertiría a Comas en EL DISTRITO DE LOS PROSTBULOS. Dizque, el cantinflesco alcalde implicado en presuntos actos de corrupción, estar de acuerdo con lo planteado por la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, por que de esta medida “acabaría con la delincuencia que se encuentra alrededor de la prostitución informal y mejoraría la calidad de vida de las trabajadoras”. El mencionado alcalde no ha dimensionado las consecuencias del peligro.
En las zonas como el el Boulevard del Retablo, ubicado en la avenida José de la Torre Ugarte, donde existen varias discotecas y night clubs, por ejemplo reina el caos por las madrugadas. Personas de mal vivir que visitan estos antros toman hasta el amanecer y a veces protagonizan peleas. Igual situación ocurriría en “La Balanza” y Año Nuevo, donde también campea la prostitución. En esos lugares, nos cuentan los vecinos, venden droga. La micro comercialización está tan bien organizadas que se adelantan a la llegada de algún operativo policial.
Lo cierto es que, las zonas rosas son escenarios habituales de batallas campales de jóvenes y adultos desaforados y de escándalos que sobrepasan ampliamente los límites de lo normal llegando incluso a situaciones intolerables que han terminado convirtiendo la zona y sus alrededores en una situación de peligro potencial por la presencia de elementos de mal vivir responsables de los asaltos que se vienen incrementando a vista y paciencia de las autoridades municipales y policiales.
Nuestra preocupación no sería mayor de no mediar el hecho que salvo las autoridades municipales y policiales, no hay vecino que se sienta tranquilo cuando al retornar de su centro de trabajo deba por necesidad transitar por las inmediaciones de las zonas rojas cuyos potenciales clientes son los jóvenes de nuestro distrito.
Además, una zona dedicada a viviendas no tiene por que soportar las múltiples molestias que no permiten el descanso de nuestras familias tanto por los ruidos molestos como por los escándalos callejeros provocados por los clientes de los mencionados centros rosas.