¿Cuál DERECHOS? SI SU PADRE
AVASALLO LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LOS TRABAJADORES
Si algo hay que destacar de la participación
de la hija del ladro además de la
simplicidad de sus propuestas en el llamado debate es su cinismo que raya en lo
patológico.
En el desarrollo de su show entre otras
nos contó el chiste, que respetara
los derechos laborales de los trabajadores. Lo que no dijo ¿cuál derechos?
Los que su padre avasallo como lo
recuerda la siguiente nota periodística publicada por el Diario La república:
EL FUJIMORISMO AVASALLÓ LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES DE LOS TRABAJADORES
Despidió a 300 mil trabajadores
públicos , creó las services y demolió sindicatos. Gobierno de ese entonces
creó la figura del despido arbitrario que permitió que los empleadores
despidieran a los trabajadores sin mayor explicación.
Jorge Loayza.
La avalancha de normas antilaborales
que dio el gobierno de Alberto Fujimori sepultó los derechos de los
trabajadores desde los primeros años de su gestión.
El señor Raúl Ramos Silva es un
sobreviviente de ese desastre. En el año 1994, luego de 35 años de servicio en
la Municipalidad de Lima y con la nueva legislación laboral fujimorista, le
pusieron la pistola en la cabeza: “O renuncias o no recibes beneficios”. Optó
por lo primero y hasta ahora –a los setenta años de edad– no se le reconoce
todos sus derechos. Él aún no se da por vencido.
“Estuve obligado a renunciar al igual que la
mayoría de obreros con un mínimo de la indemnización de lo que me correspondía
y hasta ahora nos deben. Por treinta y cinco años de servicio solo cobro 220
soles de pensión”, recuerda.
La lista de ‘muertos y heridos’ de
esa aplanadora de decretos es larga. Manuel Cortez, secretario general de la
Coordinadora Nacional de Despedidos, señala que entre los años 1991 y 1998 se
despidieron a cerca de 300 mil trabajadores del sector público, 180 mil de la
administración y unos 120 mil de las empresas.
Una de las primeras normas laborales
del gobierno fujimorista se dio en enero del año 1991 cuando se publicó el
Decreto Supremo 004-91 PCM –firmado por el entonces ministro de Economía Juan
Carlos Hurtado Miller– , el cual se planteaba la reestructuración del Estado,
porque –argumentaban– había mucha gente y se tenía que “racionalizar”, es
decir, despedir. “Hasta entonces los trabajadores solo podían ser despedidos
por faltas graves”, recuerda Cortez.
Dicho decreto autorizó a todas las
entidades públicas a hacer reestructuraciones y dar incentivos para los
trabajadores que quieran dejar su puesto de manera voluntaria, esto porque el
sueldo básico de los trabajadores era ínfimo.
Cortez precisa que si bien ese
sistema se llamó “voluntario” si el trabajador no lo aceptaba igual era
despedido y sin incentivo, además que se prohibía su regreso a la
administración pública.
“El pretexto del gobierno era que el Estado se
tenía que reducir para ser más eficiente porque los trabajadores públicos eran
‘comechados’ y se necesitaba contratar a personal especializado. Lo cierto es
que el número de trabajadores nunca se modificó porque luego de que despidieron
a los estables se contrató a otros bajo el régimen de contratos por servicios
no personales. Ellos no tendrían derechos como vacaciones, aportaciones al
sistema de pensiones o seguro médico”, explica el dirigente.
La época más nefasta
Pero esos 300 mil despedidos no
fueron las únicas víctimas de las normas que se dieron durante el fujimorismo.
El abogado laboralista Carlos Blancas califica esos años como “una época muy
nefasta para el derecho laboral”, pues se eliminó una serie de “derechos
fundamentales de los trabajadores”. Entre ellos menciona la eliminación de la
estabilidad laboral y la creación de la figura del despido arbitrario a través
del Decreto Legislativo 728, lo que también perjudicó a los trabajadores
privados. Ese decreto se consolidó el año 95 con la Ley 21513, que eliminó por
completo todos los rezagos de la estabilidad.
“Esa figura permitió el despido de dirigentes
laborales y el descabezamiento de los sindicatos. Al inicio del gobierno la
tasa de sindicalización era de más de 20% y al terminar fue de 3% a 4%”, recuerda
Blancas Bustamante.
En opinión del abogado, otro tema muy
grave fue la creación de las services mediante la apertura de la intermediación
laboral, lo que significa –hasta ahora– la evasión de las obligaciones
laborales y la precarización del trabajo, pues esos trabajadores no gozarían de
una serie de derechos como uno formal. “La tercerización fue para evitar la
estabilidad laboral y la organización sindical. Así, la capacidad de reclamo se
redujo y trajo como consecuencia el pago de salarios bajos”, explicó el
abogado.
Ese no fue el único daño porque
también se ampliaron los contratos temporales, lo que provocó que los
trabajadores lleven muchos años haciendo labores de uno estable, pero firmando
contratos cada cierto tiempo.
Si bien el argumento del fujimorismo
para realizar toda esta política de flexibilización laboral fue la creación de
más puestos de trabajo, lo cierto es que –dice Blancas–durante los diez años de
fujimorismo las cifras de desempleo fueron las mismas.
Javier Mujica: “Fue la flexibilización
más salvaje”
El laboralista Javier Mujica dijo que
los cambios que hizo el gobierno fujimorista en materia laboral determinaron
que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la calificara como la
flexibilización laboral más salvaje en América Latina. Además, señala que con
la Constitución del 93 se dejaron de lado dieciséis derechos sociales, muchos
de carácter laboral. Entre las normas más graves, Mujica manifiesta las que se
dieron para facilitar los despidos.
Mujica indica que también se creó el
despido arbitrario, es decir que, en adelante, el empleador podría despedir a
un trabajador sin darle una explicación. “Además, se dio la Ley de relaciones
colectivas de trabajo que privó a los trabajadores de la protección de la
autoridad administrativa”, acotó.
El abogado indica que otro aspecto
nefasto se dio cuando se implantó la renegociación de los acuerdos de los
trabajadores con los empleadores que se habían suscrito hasta entonces. “Pero
eso se hizo con sindicatos debilitados y los trabajadores perdieron sus derechos”,
sostuvo.
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