Cesar
Hildebrandt, destacado periodista,
concedió una entrevista a LaMula.pe,
en la cual señalo que el problema no es Keiko
Fujimori, el problema es lo que representa Keiko Fujimori.
Por
otro lado manifestó, que no entiende cómo es que existen peruanos que se han
olvidado que el fujimorismo nos quitó todos los derechos laborales.
Así
mismo, subrayo: "No creo que haya gobierno que
le haya hecho más daño al Perú que el fujimorismo"
César Hildebrandt: "Las ideas de Fujimori y Montesinos están en la cabeza de Keiko"
Para mayor información adjuntamos video de la entrevista de Don Cesar Hildebrandt
en la que no se calla nada:
César Hildebrandt: "No creo que haya
gobierno que le haya hecho más daño al Perú que el fujimorismo"
Hildebrandt, muy en sus trece, no se
calla nada en la segunda parte de su entrevista a LaMula.pe
PUBLICADO: 2016-05-05
Lo advirtió en la primera parte de la
entrevista que LaMula.pe le hizo el último miércoles: han querido callarnos,
pero no lo van a lograr. Y es que si hay algo difícil de conseguir en el Perú,
es que César Hildebrandt no manifieste claramente y sin filtro alguno lo que piensa
de esa 'mala película de Televisa' que a veces parece el Perú.
Y como está claro que si entrevistas
a Hildebrandt es imposible no preguntarle por su visión del escenario político,
en esta segunda parte el periodista confirma su voto -tapándose la nariz- por
PPK y recuerda lo que muchos no deberíamos olvidar: qué significó el
fujimorismo para el país y por qué se debería impedir su regreso.
Puedes ver aquí la primera parte
Semanas antes de la primera vuelta
del año 2011, usted evitó revelar por quién votaría, pero no tuvo en problemas
en asegurar que no lo haría por dos candidatos: Keiko Fujimori y PPK. En
febrero de este año señaló que era una 'decisión moral' el votar en blanco.
Ante este escenario de segunda vuelta, ¿es una 'decisión moral' votar por PPK?
No es una obligación moral, pero es
un mandato de la autoconservación. Efectivamente es una contradicción respecto
a lo que dije, pero es que no nos dejan otra. El retorno del fujimorismo no es
un problema personal, ni con la señora Keiko. Es un problema con lo que encarna
el fujimorismo, con lo que representa, con lo que anuncia. Tapándonos la
narices, y con todos los ascos y remilgos posibles, votar por PPK es la única
opción que nos han dejado. El voto en blanco y viciado lo único que va a hacer
es favorecer a Keiko Fujimori. Que esas son alternativas legítimas, higiénicas
y además egoístamente elegantes, sí, lo son. Y digo egoístamente elegantes
porque al tipo que vote en blanco cuando se encuentre con el Gobierno de Keiko
copando el Ejecutivo y tomando el Legislativo como manada, ya quisiera verlo
cuando esté frente a problemas como los que vamos a tener, de derechos humanos,
sindicales, de libertades, ambientales, etc... y el paquete viene completo.
El último episodio de esa novela que
podría titularse 'las contradicciones de Keiko Fujimori', se ha dado frente a
un grupo de autodenominados representantes de la comunidad evangélica. ¿Qué tan
fácil le va a resultar a Keiko cambiar de discurso y convencer de acuerdo al
eventual auditorio que tenga delante?
En este caso sería tragicómico que
los evangélicos volviesen a ser engatusados como lo fueron en el año 90, cuando
Fujimori hizo tres cuartos de su campaña gracias a los evangelistas que se
subían a los micros a decir el chino es el chino,no se olviden, está contra los
ricos, es la alternativa. Esta campaña de a pie, heroica y masiva, fue en el
fondo la gran explicación del éxito de Fujimori en la primera vuelta. Entonces
sería tragicómico que fueran nuevamente engañados porque en el año 90, cuando
Fujimori llega al poder, lo primero que hizo es darle una patada en el poto al
representante de los evangelistas, a quien no dejó entrar a Palacio. Carlos
García, vicepresidente de la República y artífice del voto evangélico, masivo y
triunfal, no pudo entrar. Fujimori lo consideró desechable después de su
triunfo. ¿Quieren hacer lo mismo ahora? ¿Quieren repetir el mismo error? ¿Dios
no les enseñó que los errores hay que evitarlos? Bueno allá ellos si lo hacen.
No me extrañaría si sucediera, eh.
Volviendo a a los episodios
'tragicómicos' que nos está dejando el Fujimorismo en campaña, ¿cómo ve esta
riña de herederos entre Kenji y Keiko? ¿No es acaso la aspiración del menor de
los Fujimori tan válida como la de su hermana? Digamos, ¿cuál es el mérito de
uno sobre otro?
Bueno, ahí pesa el derecho de ser la
mayor, ¿no? Digámoslo claro. Pero en la cultura japonesa hay un machismo muy
marcado y Kenji se siente depositario de esa cultura, se siente destinado sin
lugar a dudas. Y no me extrañaría que fuese el candidato el 2021 si Keiko gana
el 5 de junio porque, con la mayoría que tendrían, pueden modificar la ley
electoral, pueden intentar modificar la Constitución ganándose algunos votos
adicionales. Todo puede pasar. Si el Fujimorismo logra copar el Ejecutivo como
lo ha hecho con el Legislativo, tendremos un Gobierno impredecible, de duración
también impredecible.
Entonces se trata de entender que si
ya tienen el control del Legislativo, no se les puede dar también el Ejecutivo
y esperar, como en los años 90, a que lleguen hasta el Poder Judicial...
Ya la señora (Cecilia) Chacón se
encargó de decirnos que las puertas grandes esperan a su líder cuando sea
liberado. Sí, evidentemente si el Fujimorismo es temible porque ha tomado el
Congreso, cómo no lo será cuando lo haga con el Ejecutivo y concentre en un
solo puño todo el poder. Tiene ese característica, no puede medirse, no puede
controlarse, no tiene autocontrol. El fujimorismo tenía en el año 91 -lo
recuerdo perfectamente porque fue el año que me censuraron el programa que yo
tenía en América-, perfectas posibilidades de entenderse con el Congreso. Había
una vocación en el Congreso por darle al fujimorismo una serie de prerrogativas
y facilidades que pudieran dotarlo de mucho más poder para enfrentar el
terrorismo, la crisis económica. Yo hablaba con los congresistas y todos tenían
esa voluntad. Pero Fujimori tenía la convicción de que el Congreso era su
adversario y el cerrarlo era una obsesión.
"TENEMOS QUE RECONOCER QUE DE DERECHA HAN SIDO TODOS LOS ÚLTIMOS GOBIERNOS INCLUYENDO EL DE HUMALA. SI ESTAMOS ACOSTUMBRADOS A ESA DERECHA, ¿POR QUÉ NOS HACEMOS LOS ESTUPEFACTOS CUANDO PPK PUEDE GOBERNAR?"
Yo recuerdo perfectamente que me fui
del Perú en diciembre del año 91, porque se me cerraron todas las puertas, y yo
sin ser clarividente ni Nostradamus anuncié que venía un golpe de estado. En
diciembre del 91 se lo anuncié a la Agencia Efe que me entrevistó y el golpe
vino en abril. Estaba cantado, era la vocación de Fujimori cerrar el Congreso y
lograr un poder absoluto. Cuando no lo tuvo el año 2000, porque no le salió la
mayoría congresal que él esperaba, lo que hizo fue comprar catorce congresistas
a diversos precios. Unos a 15 mil, otros 30 mil, otros 20 mil, ¡pero los
compró! Ahora ya tienen esa mayoría, entonces no necesitan otro 5 de abril.
Pero de que van intentar copar el Poder Judicial, controlar todas las
instituciones y perseguir como ratas a sus enemigos, de eso no tenga la menor
duda.
En febrero usted reconoció que
Verónika Mendoza era la única alternativa de cambio pero que no tenía la más
mínima opción por que se mostraba muy débil y con poca sintonía con la gente.
¿Con 18% y 21 congresistas cómo ve a la izquierda hoy?
Pues yo la subestimé. No tengo ningún
empacho en decirlo. Yo subestimé esa opción que ha tenido un comportamiento
electoralmente extraordinario, diría que hasta milagroso. Claro, dirán algunos
es que se fue Guzmán, es que con Guzmán eran 5%; sí, pero esa no es la única explicación.
También es cierto que Verónika demostró en el camino ser una lideresa de
polentas, carismática, atractiva y ofrecer una imagen de la izquierda menos
hirsuta, menos peluda y menos cejijunta que la que venía ofreciendo en los
últimos años. Veo que hay una opción grande, siempre y cuando haya deslindes
que tienen que producirse de un modo muy claro. La ambigüedad frente a
Venezuela ya no puede continuar. La ambigüedad frente a Cuba ya no puede
continuar. No podemos seguir diciendo que en Cuba el proletariado manda y el
pueblo gobierna, ¡por favor! Son unas gárgolas estalinistas que siguen allí en
una especie de secuestro que dura sesenta años. Y Venezuela es un fracaso
absoluto, el socialismo del siglo XXI era una farsa. Entonces si la izquierda
se libera de estos lastres, se moderniza, se vuelve más verde que nunca, más ecologista
que nunca, más planetaria que nunca, es una izquierda formidable. Lo que va a
hacer es reunir el descontento y federar esta indignación que hay en mucha
gente, porque el sistema no funciona. No es cierto que el sistema funciona.
¿Siente quizás que después de mucho
tenemos un escenario político en el que salga quien salga no nos van a
sorprender? ¿Que ya sabemos qué es lo que va a pasar?
Es cierto, porque es la derecha la
que va a ganar. ¿Pero qué derecha? ¿La derecha provisoria y pasajera? ¿O la derecha
con vocación de posteridad y permanencia que es la de Keiko? La derecha de PPK
casi es una derecha frívola que, en fin, hará lo que ya más o menos prevemos:
el continuismo, la protección de lo privado, el deterioro de lo público, el
salario pagano. Ya ese menú lo conocemos, pero tenemos que reconocer que de
derecha han sido todos los últimos gobiernos incluyendo el de Humala. Si
estamos acostumbrados a esa derecha, ¿por qué nos hacemos los estupefactos
cuando PPK puede gobernar? ¿Cuál es la diferencia entre PPK y Toledo? ¿Entre
PPK y Humala? ¿Entre PPK y García? Quizás en el caso de García robos más, robos
menos o liberaciones de narcos, pero gobierna la derecha desde 1990 de modo
ininterrumpido y claro. Pero hay un ingrediente nuevo: hay una derecha con
vocación de permanencia que quiere enquistarse en el poder que ya tiene bajo su
mando el Congreso y ahora quiere el control absoluto para poder probablemente
repetir la faena de los años 90. Y eso es lo que habría que parar, porque los
cánones democráticos se romperían si eso sucede.
Con el nivel de procesos electorales
que hemos tenido en los últimos años, uno podría intentar ponerse en sus
zapatos y decir 'qué difícil debe resultar ser César Hildebrandt y observar
este tipo de espectáculo'. ¿Cómo ve estas elecciones?
¿Cómo veo yo estas elecciones? Con el
mismo desgano, con la misma incredulidad, con el mismo escepticismo con que he
visto la conversión de Ollanta Humala en un operador más de la Confiep. Creo
que ha sido la peor de las decepciones, la más suculenta, pero que a mí no me
sorprendió. Yo fui llamado por Ernesto de la Jara, a usted se lo confieso, para
ser un garante de Humala. En aquellos días 'angustiosos' en que se necesitaba
'garantes' para que Humala ofreciera confianza y diera 'una suerte de garantía
a las fuerzas vivas y los empresarios de que las cosas no se iban a modificar
en lo esencial'. Yo no firmé desde luego. No fui garante, le dije a Ernesto con
mucho cariño, con mucha cordialidad, que no quería hacerlo. Era una farsa, la
farsa empezó ahí ¡¿Cómo el candidato de la izquierda necesita garantes para
comprometerse ante la derecha de que no van a haber modificaciones
sustanciales?! Eso es de Cantinflas, ¡de Tintán! A veces parecemos una película
mexicana mala. A veces parecemos una película de Televisa.
Tratando de ordenar lo que le decía
poco antes, ¿será entonces la 'obligación moral' no votar por Keiko?
La obligación práctica sería votar
por PPK, dicho en los términos más crudos y resignados. ¡Por dios!
¡Defendámonos de algún modo! Defendámonos, pongamos un escudo ante la chaveta.
Sí, ese escudo no es el mejor. Al final es un señor de edad, que tiene la
vanidad de querer ser presidente, sí, pues. Pero no va a quedarse, no quiere
quedarse, ¡no puede quedarse! No puede por múltiples razones como la etaria,
por ejemplo. Primero, corremos el riesgo de la instauración de un régimen con
vocación de continuidad. Pero segundo, y eso es lo peor, reivindicaríamos toda
la podredumbre de los años noventa. La redención de Alberto fujimori se completaría.
No solo con su liberación, sino con la puesta en marcha de un escenario en
donde, restituido a las masas, sería el símbolo de una reivindicación absoluta,
de aquello que más daño nos hizo. No creo que haya Gobierno que le haya hecho
más daño al Perú que el fujimorismo. Porque nos hizo un daño institucional,
pudrió las instituciones, pudrió el alma del Perú. Las Fuerzas Armadas eran
bandas armadas dedicadas a robar en cada compra. El presupuesto ya no era
presupuesto, era una caja chica que se usaba de un modo perverso para cualquier
fin. La prensa se envileció, la televisión fue alquilada. El Tribunal
Constitucional se desarmó, la Contraloría no existió, ¡Blanca Nélida Colán era
fiscal de la Nación! ¡Lo era y actuaba como hetaira del régimen!
Yo recuerdo perfectamente cuando en
Liberación denunciamos que el señor Montesinos tenía una cuenta en el Banco
Wiesse de, y no lo olvido porque el número era diabólico, 2 millones 666 mil
dólares. El fiscal de la Nación (Miguel) Aljovín, dijo que esa investigación no
merecía ser tomada en cuenta porque había sido lograda con documentos robados
al Banco Wiesse. Sí, absolvió por completo al señor Montesinos y declaró
archivada esa investigación. Y después supimos que Montesinos le había
entregado a Aljovín 150 mil dólares, dos relojes finos y un viaje a Miami con
sus esposa. Es que eso es el fujimorismo, lo que pasa es que los jóvenes no han
leído eso, no lo vivieron, no lo padecieron, no entienden lo que es. Creen que
es un gobierno recio de derecha, ¡no! Es un, es un... es una cosa muy especial.
Si González Prada hubiese vivido el fujimorismo, hubiese hecho una frase mejor
sobre el Perú que aquella del dedo y el pus. Estoy seguro, se habría inspirado
mucho más.
En varias entrevistas usted ha sido
muy insistente en pedir a los jóvenes que se informen, sobre todo teniendo en
cuenta las herramientas con las que se cuenta en estos tiempos para ello. Y tal
parece que cada vez el Perú arroja más y más generaciones sin ningún interés en
hacerlo.
Es una condena no enterarse del
pasado porque es la garantía absoluta de que los errores antiguos van a
cometerse otra vez. Entonces informarse no es una opción, es un deber. El
problema es que aquí hay una prensa que ayuda a la desinformación y hay una
ciudadanía que está estoicamente dispuesta a aceptar la no información como
parte de su cultura. No tenemos una ciudadanía en pie, beligerante, documentada
y lista para defender sus derechos. A mí me sorprende ver trabajadores vivando
a Keiko. O sea, ¿no recuerdan que su padre les quitó todos los derechos? Todos
los derechos sindicales fueron abolidos. ¿No recuerdan que su padre inventó los
services? ¿Que su padre es el responsable del asesinato de Pedro Huilca? ¿No
recuerdan en qué terminaron los sindicatos con Fujimori? Y son trabajadores,
así, proletarios. Yo digo, Dios, ¿esta gente no se informa? ¿Esta gente quiere
alguna dádiva? A veces me da pena la calidad de ciudadanía que tenemos. Y otras
veces, en cambio, me da mucha esperanza ver a la gente reaccionando,
activándose, yendo a las calles y pronunciándose en contra de lo que puede
venir el 5 de junio. Son sentimientos encontrados los que produce el Perú. Es
bien difícil ser peruano, porque uno tiene una relación amor-odio, de pasión y
desprecio en una simultaneidad a veces corrosiva e hiriente. Es muy difícil
tragarse el sapo de la peruanidad a veces. Y sin embargo, somos peruanos y
estamos aquí, moriremos aquí y pelearemos hasta el final porque esto mejore.
¿Hay algún miembro del nuevo Congreso
que le despierte alguna expectación?
No conozco a ninguno. Pero el
Congreso está ya sometido a la mayoría de los 73 congresistas que, aunque no
estén afiliados, van a obedecer a de un modo mecánico lo que indique la
jefatura del partido. Es un congreso relativo donde la mayoría se va a imponer
de un modo brutal, aritmético y donde sí podrán hacer algo las comisiones, pero
muy poco. Yo espero muy poco.
¿La consigna será entonces votar por
PPK y aguantar cinco años?
Bueno, creo que ya venimos aguantando
como doscientos, ¿no?
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