IZQUIERDA DESUNIDA SIEMPRE SERA VENCIDA
El problema de la izquierda
es que está dividida en decenas de retazos y cada agrupación a su vez está es conformada por otras agrupaciones,
otras y otras. Ese es el verdadero problema. ¿Va a
cambiar esta situación cuando el plazo electoral para construir listas
concluya? No. No va a cambiar. Las izquierdas van a ir desunidas al próximo
escenario electoral. Por que todos tienen argumentos que hacen imposible la unidad. Lo
que ocurre es que no existe voluntad política para establecer un proyecto unitario. En
este contexto y marco, nada tenemos que esperar. Las izquierdas van a ir
desunidas al próximo escenario electoral. Solo servirá para designar los nuevos
bribones que se sentaran en el gobierno. La historia se repite.
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POR CÉSAR ACHING GUZMÁN EL 01/11/2015
La tarea de los pueblos está planteada y en ella, los peruanos estamos empeñados en ocupar un lugar efectivo, como manera, también, de hacer honor a la lucha de nuestros libertadores y al empeño de hombres generosos y diáfanos, como José Carlos Mariátegui.
Conforme pasan las
semanas, va creciendo en el país la ciudadanía comprende la extraordinaria
importancia de cerrarle el paso a la Mafia e impedirle recuperar las posiciones
de Poder que perdiera en los comicios nacionales del 2011, y que intenta
recuperar a cualquier precios en la próxima consulta nacional.
Nosotros, que
hemos seguido atentamente el proceso peruano y que nos hemos venido
pronunciando regularmente en el empeño de entregar a nuestro pueblo una línea de
clase que lo ayude en esta tarea, debemos ahora advertir cuáles son las vallas
principales a vencer en el periodo que se inicia.
VIVIMOS BAJO EL
SIGNO DE UNA CONSTITUCION ESPUREA
El Perú es uno de
los pocos países de la región, que se rige por una Carta Constitucional emanada
de una Dictadura. Bien puede decirse que casi todos los países de América
Latina han vivido duras etapas regidas por gobiernos autoritarios, corruptos y
asesinos que dictaron normas y leyes a su antojo. Pero virtualmente en todos los
casos, cuando los países recuperaron su institucionalidad democrática,
elaboraron nuevas normas, leyes, y aún textos constitucionales orientados a
consolidar su paso a una nueva realidad. Eso, no ocurre en el Perú.
Chile fue otro
país en el que una dictadura brutal impuso
una norma constitucional a espaldas de la ciudadanía. Pero ya el
gobierno de Michelle Bachellet anunció que esa
Constitución Pinochetista, no va más. Que la patria de Pablo Neruda y
Salvador Allende, se dictará una nueva norma Constitucional, la misma que
emergerá de una democrática, y muy amplia, consulta ciudadana. De ese modo,
abandonará el recinto antidemocrático del pasado, para mirar al mundo con un
rostro nuevo. Lo mismo debiera suceder en el Perú.
Nuestro país está
regido por la Constitución de 1993, elaborada, aprobada y dictada luego del
Golpe de Estado del 5 de abril de 1992, carta de presentación del Fujimorato en
la sociedad peruana.
Si esta norma
constitucional se ha perpetuado, ha sido porque la clase dominante se ha
sentido identificada con la esencia de esa Constitución ya que ella ató a
nuestro país al Modelo Neo Liberal, impuesto por el Fondo monetario y el Banco
Mundial en detrimento de los peruanos.
A la sombra de ese tinglado seudo legal, los
ricos han acumulado inmensas fortunas y han producido mecanismos autoritarios a
partir de los cuales han segado la economía nacional y avasallado al pueblo,
recortando los derechos laborales de los trabajadores e imponiendo pérfidos
procedimientos de expoliación y explotación. Así, se han ahondado las
diferencias de clase. Los pobres se han hecho más pobres que nunca, y los ricos
han multiplicado sus ingresos mediante procedimientos ordinarios, pero también
a partir de acciones mafiosas que han quedado impunes.
La Constitución
del 93, írrita en toda su extensión, prohíbe al Estado ejercer funciones
económicas. En la práctica, elimina las empresas públicas y la iniciativa
estatal en la economía. Deja todo ese campo a la inversión extranjera -es
decir, imperialista- y permite que los grandes empresarios hagan negocios
fabulosos a espaldas de país y de sus intereses.
Gracias a ella, ha
proliferado la educación privada, la salud se ha convertido en una mercancía,
los servicios básicos le cuestan al pueblo onerosamente, ha crecido la
desigualdad, y hasta la justicia ha pasado a ser una simple mercancía. Vivimos
en una circunstancia en la que todo se compra y todo se vende, incluso la
adhesión política de algunas personas –congresistas, magistrados, jueces, periodistas
y otros- tiene un precio establecido y a él debe acogerse todos en nombre de la
“libertad de comercio”.
Hasta los medios
de comunicación se han convertido en sucia empresas orientadas a confundir a la
ciudadanía y engañar a todos. El monopolio de la prensa, en tal sentido, asoma
como una verdadera vergüenza nacional, cimentada en una norma constitucional
que permite el libre juego de los monopolios.
El país ha
reparado poco en esa ignominia, y muchos han consentido pasivamente que el Perú
se mantenga bajo esa férula supuestamente “legal”, pero realmente concebida
para destruir el alma nacional y poner a nuestra patria al servicio de los
poderosos.
Hoy bien puede
decirse que hay en el Perú y en el mundo, dos clases de ricos. Unos, los que
cuentan el dinero que ganan. Y otros, que lo pesan. Entre los primeros, están
los sirvientes del capital. Y entre los segundos, los personeros de los
“poderes fácticos” como se les llama a quienes realmente el Poder en sus manos
y que, en nuestro caso, son los grandes monopolios, peligrosamente ligados
a las mafias del narcotráfico y otras.
En este contexto,
resulta indispensable retomar la lucha por una nueva Constitución. El primer
paso para ella, debiera ser declarar nula e írrita la de 1993 y el segundo,
restaurar la vigencia de la Constitución de 1979, introduciéndole luego los
cambios necesarios para su actualización y vigencia.
Sólo así será
posible restaurar el más elemental imperio de la ley y restituir los derechos
básicos de todos los peruanos.
EL MUNDO VIVE UNA
AGUDA CRISIS
Es conocido el
hecho que el mundo vive una aguda crisis. La descomposición del sistema de
dominación capitalista, se procesa en medios de profundas convulsiones que
colocan a la humanidad siempre al borde de una crisis global.
Ucrania, Siria y
Venezuela, aparecen hoy en el escenario internacional como los puntos en los
que arrecia la ofensiva del Imperio, que busca desesperadamente recursos en
petróleo, gas y agua, para perpetuar un
sistema expoliador e inhumano.
En Ucrania, han
logrado establecer un régimen neo nazi que hoy se convierte en un verdadero
peligro para Europa entera. Fue concebido originalmente como una amenaza contra
Rusia, pero hoy se ha tornado en una
cara agresiva contra incluso la Unión Europea, que le dio partida de
nacimiento. La represión fascista contra las poblaciones ucranianas asusta
incluso al gobierno de Francia y a los altos funcionarios de la UE, que no
esperaban un giro tan descomunalmente agresivo como el que se registra desde
Kiev.
Siria es, por su
parte, un campo de batalla en el que, efectivos preparados por los Estados
Unidos e Israel, actúan bajo el membrete del “Estado Islámico” para derribar al
gobierno legítimo de ese país. Por su ubicación geográfica, su riqueza gasífera
y petrolera y por el sentido de su política patriótica, el régimen de Damasco
se ha convertido en una fruta codiciada
por el Imperio, que busca destruir y someter a su pueblo.
La
solidaridad práctica de Rusia y el apoyo
de China, así como la adhesión de Cuba y los países que luchan por un nuevo
orden social, han neutralizado hasta hoy las expectativas norteamericanas en la
materia.
Esas expectativas
incluyen también a Venezuela, donde tendrán lugar la elección parlamentaria del
próximo 6 de diciembre. En esos comicios, la derecha será derrotada y por eso
habla desde ahora de un supuesto “fraude” electoral, discurso que le servirá
para “justificar” su derrota. En la
lógica de la contrarrevolución interna, si ellos pierden en los comicios anunciados,
será por efecto del “fraude”. Tendrían que ganar, entonces, para que no se
hable de fraude. Pero ese chantaje político, el pueblo bolivariano no habrá de
aceptarlo.
En contrapartida,
Estados Unidos acaba de sufrir s más estruendosa derrota en el seno de la
Asamblea General de Naciones Unidas. La votación del martes 26 de octubre de
condena al Bloqueo contra Cuba ha sido sencillamente histórica: 191 votos a favor de la
Resolución, y sólo 2 en contra –Estados Unidos e Israel-.
Esta vez, ni
siquiera las pequeñas islas de antaño –como Micronesia o Palao- se “abstuvieron” como antes. Ahora, ellas
tienen relaciones con Cuba, y se alejaron de Washington.
No obstante, la
ofensiva del Imperio no da tregua a los pueblos. Recientemente obtuvo un tercio
de votos en los comicios nacionales argentinos, y eso la llevó a cantar una
prematura victoria. Aun es pronto para saber quién vencerá en la segunda ronda
electoral argentina del próximo 22 de noviembre, pero está claro, sí, que
Mauricio Macri representa a las fuerzas ligadas al neo liberalismo, pero
también a la camarilla asesina de Videla
y sus cómplices.
Bajo la
administración militar, en efecto, las empresas de Macri florecieron y se
beneficiaron como nunca antes había ocurrido. Hoy, buscan reeditar sus créditos y destruir, al mismo tiempo, las
conquistas sociales logradas por el pueblo argentino.
En Brasil, anuda
la campaña por imponer una “acusación constitucional” contra la Presidenta
Dilma Rouseff, a la que busca comprometer en casos de corrupción con los que
nos se le ha comprobado ligazón alguna. La reacción alienta movilizaciones como
las tristemente célebres “passeatas” de 1964, previas al golpe militar que
derivó en la caída del gobierno de Joao Goulart y la imposición del nefasto
régimen militar fascista que encadenó al gigante por casi dos décadas.
En Chile, el solo
anuncio del cambio constitucional ha reavivado la campaña derechista contra el
gobierno de Bachellet. Los partidos reaccionarios, seriamente comprometidos en
actos de corrupción, temen realmente que la nueva Carta Constitucional que se
aprueba mediante una masiva presencia ciudadana, implique la pérdida de sus
fuentes de enriquecimiento. El fortalecimiento de la educación pública, la
gratuidad en los servicios de salud y otros elementales beneficios que habrá de
recuperar la sociedad chilena, mermarán las posibilidades de los “Momios”,
acostumbrados al enriquecimiento fácil.
En su estrategia
de dominación continental, el Imperio logró “consolidar” –transitoriamente- su
poder en Guatemala, con los comicios del pasado 25 de octubre, Y en Colombia
pudo derrotar a la Izquierda en la disputa por la alcaldía de Bogotá; pero no
puede ufanarse de nada. La lucha de los pueblos crece y se desarrolla.
EN EL PERU ASOMA
UNA VERDADERA EMERGENCIA SOCIAL
Es claro que en el
Perú se vive un escenario convulso. La lucha resuelta del pueblo de Loreto
logró arrancar al Congreso de la República una disposición que faculta a Petro
Perú a explotar el lote 192. Y otra activa movilización ciudadana en el Cusco
obtuvo la derogatoria de un Decreto Legislativo que amenazaba a los Monumentos
Históricos del país. En el Trapecio Andino, la población sigue luchando contra
el actual diseño del Proyecto Minero Las Bambas; en tanto que en el sur,
prosigue la resistencia del Valle de Tambo a las acciones de la Southern en
“Tía María”.
No es que el
pueblo no entienda la importancia de la explotación minera. Simplemente que la
ciudadanía es consciente que esa explotación no se puede hacer poniendo en
riesgo la seguridad ambiental, ni la vida de las personas. Los hechos confirman
tercamente una realidad lacerante; el 97% de los habitantes de La Oroya tienen
los pulmones tomados por el plomo que sale de la fundición metalúrgica.
La ciudad de Pasco
–capital de Cerro de Pasco- es hoy apenas un emporio de huecos inhóspitos e
insalubles, en una radio de acción simplemente inhabitable. En la cuenca
lechera de Cajamarca, no ha disminuido la contaminación de la leche y el
ganado, generada por efecto de las
tareas de la minera Yanacocha. La población sabe a ciencia cierta que los
beneficios de la minería no pueden generar la muerte de las poblaciones.
Por eso se suceden
los conflictos sociales, las huelgas, marchas y movilizaciones ciudadanas. En
diversos casos, estas son respondidas mediante arteros métodos de violencia,
que generan muerte y destrucción. Más allá de las palabras, este gobierno no ha
sabido diferenciarse de los anteriores en el plano de sus relaciones con las
poblaciones. Ejerce la misma política autoritaria del pasado y eso abre
perspectivas para nuevos desbordes sociales.
De no encararse ni
resolverse las urgentes demandas de la población, se agravará la crisis en el
país, y bien puede generarse un clima de ingobernabilidad que afecte
severamente la estabilidad del país.
En ese marco, es
que se renuevan propuestas aventureras de la Mafia, que pretende “Vacar” al
Presidente de la República. En verdad, lo que ellos persiguen con esto, es
castigar a quien, en su momento, les asestó un
duro golpe, al vencerlos en los
comicios nacionales del 2011; y
precipitar un desenlace electoral, el 2016 con los actuales integrantes del
escenario político, sin dar siquiera tiempo a las fuerzas progresistas para
unir voluntades.
LA UNIDAD DEL
PUEBLO NO AVANZA CON LA URGENCIA DEL CASO
Hemos sostenido en
diversas ocasiones que la Unidad -la urgente Unidad del Pueblo- no puede
buscarse solamente en el plano electoral.
Esa es una de las
debilidades más notables de la “Izquierda oficial”. Sus líderes buscan “ponerse
de acuerdo” en fórmulas presidenciales y listas parlamentarias, pero no viven las luchas populares ni se preocupan
por la acción de las poblaciones. No participan, ni se solidarizan activamente
con las demandas ciudadanas porque calculan, en cada caso, si eso les resulta
-o no- electoramente rentable. Es, por cierto ésa, una práctica deplorable.
“Tierra y
Libertad” hizo “comicios internos” con 7 candidatos. En verdad, fue una pugna
entre dos personas que se disputaban la representatividad de ese segmento. Los
otros 5 “candidatos” no tenían nada qué hacer en la contienda. Su presencia en
ella se explica apenas por un inmaduro afán de figuración en pos de otras
ubicaciones electorales.
“Unidad
Democrática” ha ampliado su escenario. A los tres colectivos originales –los
fonavistas de Alcántara, el Boque Popular de Tejada, y el Movimiento de Gonzalo
García- se ha sumado UNETE, que quedó sin juego al perder su ligazón con el
Partido Humanista de Yehude Simon.
“Unete” no ha
tomado una decisión colectiva respecto a su expectativa electoral. Algunos de
sus integrantes se han adherido a la candidatura de Gonzalo García, Otros,.
Busca tentar una “nueva opción”, por lo que le tocan la puerta a Héctor Béjar;
pero la definición de ese conglomerado, deberá esperar hasta fines de
noviembre, si el tiempo les da.
“Perú Libre” (Dr.
Vladimir Cerrón), juega su propia carta con su candidato propio, quien fuera
Presidente de la Región Junín. El Partido Humanista insiste en su propio
candidato; y la UPP alienta la candidatura de César Villanueva, quien fuera Presidente
del Gobierno Regional de San Martín.
Todas estas
fuerzas debieran concluir en un solo espectro electoral. Sería esa la única
garantía cierta de un avance sustantivo en la materia. Pero eso, no se concreta
y daría la impresión que los actores que protagonizan el hecho, actúan con una
frivolidad peligrosa.
Esta es la hora se
una gran unidad ciudadana, de una suma de todas las fuerzas progresistas,
nacionalistas, democráticas, patrióticas y revolucionarias de la vida nacional,
en un solo torrente que sume voluntades y quiebre la resistencia de la Mafia
hasta doblegarla, y someterla.
Independiente
incluso de ese escenario electoral, la unidad que se debe alentar es la Unidad
Política, aquella que lleve a dos o más fuerzas a entenderse en tareas concretas
y a luchar por ellas. Esa debería ser una Unidad en la Acción, y no solamente
en las palabras. Y deberá recoger elementos vinculados a la realidad nacional,
pero también a la lucha de los pueblos del mundo por la liberación social y el
desarrollo.
La identificación
de los peruanos con la lucha de los pueblos de América Latina, empezando por
Cuba y Venezuela; el apoyo a la causa de los pueblos de Siria y Palestina y la
condena clara y definida a la política genocida del Imperio; constituyen un
demanda esencial e impostergable.
La tarea de los
pueblos está planteada y en ella, los peruanos estamos empeñados en ocupar un
lugar efectivo, como manera, también, de hacer honor a la lucha de nuestros
libertadores y al empeño de hombres generosos y diáfanos, como José Carlos
Mariátegui.
Lima, noviembre
del 2015
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