CODECI-CN
miércoles, 07 de mayo de 2008
SALTO LA M……………
ORDENA REPRIMIR
Parece increíble, el Presidente García de cuya actuación en los últimos tiempos tenemos profunda decepción, otra vez ha lanzado declaraciones que pueden provocar violencia. Desgraciadamente, no tiene el valor suficiente para llamar las cosas por su nombre y deja que su conciencia lo traicione al extremo de comportarse como un cobarde. Grave error. Así no se hace política Señor Presidente.
EMILIO TORRES MELENDEZ
PARA LA REFLEXION Y LA PREUCUPACION ADJUNTAMOS DOS ARTICULOS PERIODISTICOS
FUENTE:DiarioLa primera 7-5-08
Califican de amenazante y duro discurso presidencial ante cercanía de la V Cumbre ALC-UE.
Actúen antes de pensar, ordena Alan a la Policía
Presidente García lanza declaraciones que pueden provocar violencia en protestas.
El presidente Alan García dio ayer luz verde a la represión de las protestas sociales y al riesgo de más muertes, al afirmar que la Policía debe actuar con la mayor energía y sin demora contra quienes bloqueen las carreteras e impidan que los alimentos lleguen a Lima, en alusión a la protesta de los mineros de Casapalca.García fue todavía más allá y pidió a la Policía que actúe antes de pensar en las consecuencias y basándose en las normas que la amparan.Estas declaraciones fueron consideradas por el legislador Cayo Galindo y el secretario de Defensa de la CGTP, Luis Isarra, como agresivas y como ejemplo de recrudecimiento de la represión policial ante los reclamos justos de la población. El vocero de la bancada nacionalista, Cayo Galindo, dijo que es el colmo que desde la Primera Magistratura del Estado se esté azuzando a la Policía a arremeter no sólo contra las protestas.Precisó que la actitud del Mandatario denota el afán de reprimir las manifestaciones sociales, para lo cual, apuntó, ha dado un marco legal que favorece a la impunidad policial. Mencionó el Decreto Legislativo 982, que exonera de responsabilidad penal a los policías y militares que, en cumplimiento de sus funciones, hayan causado la muerte o lesionado a una persona.A su vez, Isarra, como representante de la CGTP, condenó la persecución a los trabajadores y consideró una amenaza contra los justos reclamos de los trabajadores la orden del Jefe del Estado de que la Policía actúe con la mayor energía.Aunque aclaró respetar el derecho de las personas al libre tránsito y rechazar los actos violentos dentro de las manifestaciones, aseguró que la postura presidencial en realidad busca acallar cualquier protesta social y apañar el asesinato de dos campesinos durante el paro agrario en Ayacucho y no enfrentar la delincuencia común, como pretende aparentar el gobernante.Isarra señaló que García cree que mostrándose enérgico cubrirá su fracasada política económica, cuando en la práctica quiere encubrir con una supuesta lucha contra la delincuencia la represión policial a las protestas.Coincidieron en que a esta actitud se suman las leyes que criminalizan las protestas sociales y el decreto que faculta al gobierno a usar a las Fuerzas Armadas en zonas no declaradas en emergencia.
FUENTE:La primera 7-5-08
César Lévano
EMILIO TORRES MELENDEZ
PARA LA REFLEXION Y LA PREUCUPACION ADJUNTAMOS DOS ARTICULOS PERIODISTICOS
FUENTE:DiarioLa primera 7-5-08
Califican de amenazante y duro discurso presidencial ante cercanía de la V Cumbre ALC-UE.
Actúen antes de pensar, ordena Alan a la Policía
Presidente García lanza declaraciones que pueden provocar violencia en protestas.
El presidente Alan García dio ayer luz verde a la represión de las protestas sociales y al riesgo de más muertes, al afirmar que la Policía debe actuar con la mayor energía y sin demora contra quienes bloqueen las carreteras e impidan que los alimentos lleguen a Lima, en alusión a la protesta de los mineros de Casapalca.García fue todavía más allá y pidió a la Policía que actúe antes de pensar en las consecuencias y basándose en las normas que la amparan.Estas declaraciones fueron consideradas por el legislador Cayo Galindo y el secretario de Defensa de la CGTP, Luis Isarra, como agresivas y como ejemplo de recrudecimiento de la represión policial ante los reclamos justos de la población. El vocero de la bancada nacionalista, Cayo Galindo, dijo que es el colmo que desde la Primera Magistratura del Estado se esté azuzando a la Policía a arremeter no sólo contra las protestas.Precisó que la actitud del Mandatario denota el afán de reprimir las manifestaciones sociales, para lo cual, apuntó, ha dado un marco legal que favorece a la impunidad policial. Mencionó el Decreto Legislativo 982, que exonera de responsabilidad penal a los policías y militares que, en cumplimiento de sus funciones, hayan causado la muerte o lesionado a una persona.A su vez, Isarra, como representante de la CGTP, condenó la persecución a los trabajadores y consideró una amenaza contra los justos reclamos de los trabajadores la orden del Jefe del Estado de que la Policía actúe con la mayor energía.Aunque aclaró respetar el derecho de las personas al libre tránsito y rechazar los actos violentos dentro de las manifestaciones, aseguró que la postura presidencial en realidad busca acallar cualquier protesta social y apañar el asesinato de dos campesinos durante el paro agrario en Ayacucho y no enfrentar la delincuencia común, como pretende aparentar el gobernante.Isarra señaló que García cree que mostrándose enérgico cubrirá su fracasada política económica, cuando en la práctica quiere encubrir con una supuesta lucha contra la delincuencia la represión policial a las protestas.Coincidieron en que a esta actitud se suman las leyes que criminalizan las protestas sociales y el decreto que faculta al gobierno a usar a las Fuerzas Armadas en zonas no declaradas en emergencia.
FUENTE:La primera 7-5-08
César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
García se desboca
El Presidente de la República ha vuelto a exhibir su vocación autoritaria y su afán de sofocar el descontento por medio de la represión. Su frase dirigida a la Policía: “actúen antes de pensar” pasará a la historia como emblema de torpeza y preludio de violencia.El discurso de Alan García promete enfrentamientos entre las fuerzas del orden y el pueblo. Encierra, de hecho, amenazas de muerte.El Primer Mandatario no ha asimilado lecciones de la historia reciente de América Latina, que demuestra cómo la represión y las matanzas suelen precipitar la caída de los presidentes.La actitud presidencial no es gesto aislado. Forma parte de una estrategia en la que se han sucedido los decretos represivos y la represión activa. Los campesinos asesinados en Ayacucho y Barranca son muestra viva de esa voluntad de muerte.El Decreto Legislativo 982, que libera de responsabilidad penal a militares y policías que hayan causado la muerte de ciudadanos, fue el anuncio de lo que venía. Desde entonces se ha afianzado el dispositivo violentista del régimen.García toma como pretexto las protestas de los trabajadores mineros de Casapalca, durante cuya huelga se han producido actos de violencia. El problema estriba en que allí ha sido la violencia oficial la que ha suscitado la réplica de los trabajadores. Ayer, LA PRIMERA denunció que el lunes el contingente sindical casapalquino había sido atacado a balazos, sin importar que en el lugar había familias enteras. No se puede esperar que, ante esa provocación, los huelguistas se queden con los brazos cruzados.En el transcurso de la paralización ha ocurrido un hecho dramático: una enorme roca se desprendió de la altura de Casapalca y cayó sobre la carretera bloqueada, en la que había numerosos vehículos parados. Sólo por obra del azar no se produjeron allí muchas muertes. Hay quienes quieren achacar ese hecho a un atentado de los huelguistas. Debe, por supuesto, investigarse; pero no hay que adelantarse a condenaciones.El discurso de ayer encierra una nueva amenaza de guerra antipopular y prolongada. Esto es sumamente grave, y el país, así como la opinión continental, deben tomarlo en cuenta.Las amenazas específicas contra los obreros de Casapalca buscan atemorizar a otros gremios en conflicto.El gobierno teme, sin duda, una erupción social en días en que se acercan dos cumbres de resonancia mundial que tendrán por sede al Perú. Quiere curarse en salud, pero los métodos brutales, la falta de diálogo, sólo pueden desacreditarlo y aislarlo aún más.Alan García debería pensar antes de actuar. Una reflexión de cada mañana, en la hora en que lee LA PRIMERA, debería recordarle que la arbitrariedad y el abuso, como el cometido contra los siete “boliviarianos” inocentes, le ganan repulsa nacional e internacional.
García se desboca
El Presidente de la República ha vuelto a exhibir su vocación autoritaria y su afán de sofocar el descontento por medio de la represión. Su frase dirigida a la Policía: “actúen antes de pensar” pasará a la historia como emblema de torpeza y preludio de violencia.El discurso de Alan García promete enfrentamientos entre las fuerzas del orden y el pueblo. Encierra, de hecho, amenazas de muerte.El Primer Mandatario no ha asimilado lecciones de la historia reciente de América Latina, que demuestra cómo la represión y las matanzas suelen precipitar la caída de los presidentes.La actitud presidencial no es gesto aislado. Forma parte de una estrategia en la que se han sucedido los decretos represivos y la represión activa. Los campesinos asesinados en Ayacucho y Barranca son muestra viva de esa voluntad de muerte.El Decreto Legislativo 982, que libera de responsabilidad penal a militares y policías que hayan causado la muerte de ciudadanos, fue el anuncio de lo que venía. Desde entonces se ha afianzado el dispositivo violentista del régimen.García toma como pretexto las protestas de los trabajadores mineros de Casapalca, durante cuya huelga se han producido actos de violencia. El problema estriba en que allí ha sido la violencia oficial la que ha suscitado la réplica de los trabajadores. Ayer, LA PRIMERA denunció que el lunes el contingente sindical casapalquino había sido atacado a balazos, sin importar que en el lugar había familias enteras. No se puede esperar que, ante esa provocación, los huelguistas se queden con los brazos cruzados.En el transcurso de la paralización ha ocurrido un hecho dramático: una enorme roca se desprendió de la altura de Casapalca y cayó sobre la carretera bloqueada, en la que había numerosos vehículos parados. Sólo por obra del azar no se produjeron allí muchas muertes. Hay quienes quieren achacar ese hecho a un atentado de los huelguistas. Debe, por supuesto, investigarse; pero no hay que adelantarse a condenaciones.El discurso de ayer encierra una nueva amenaza de guerra antipopular y prolongada. Esto es sumamente grave, y el país, así como la opinión continental, deben tomarlo en cuenta.Las amenazas específicas contra los obreros de Casapalca buscan atemorizar a otros gremios en conflicto.El gobierno teme, sin duda, una erupción social en días en que se acercan dos cumbres de resonancia mundial que tendrán por sede al Perú. Quiere curarse en salud, pero los métodos brutales, la falta de diálogo, sólo pueden desacreditarlo y aislarlo aún más.Alan García debería pensar antes de actuar. Una reflexión de cada mañana, en la hora en que lee LA PRIMERA, debería recordarle que la arbitrariedad y el abuso, como el cometido contra los siete “boliviarianos” inocentes, le ganan repulsa nacional e internacional.