CUANDO UNO TIENE UN PAÍS QUE SUFRE NO HAY
NADA QUE CELEBRAR
Cuando uno tiene un distrito como Carabayllo, con niños
que navegan en la basura en busca de desperdicios, con niñas que suben a los combis
a cantar o vender caramelos, con madres jóvenes solteras condenados al
olvido y la marginación, con jóvenes con jornadas laborales de más de 12 horas
y salarios de hambre, con programas
sociales que son más publicidad para impresionar a los más pobres, uno pierde
toda esa emoción de celebrar el día de la patria, porque la pobreza de los más
pobres sigue siendo un tema no tocada por el Estado peruano.
Cuando uno tiene un país que sufre, no hay nada que celebrar,
menos si tenemos conocimiento que la pobreza en Carabayllo alcanza el 50% del
total de su población. Sé que no estoy descubriendo nada nuevo más allá de la
retórica oficial.
En este marco y contexto, ¿Qué sentido
tiene recordar las fechas cívicas, entonar con fervor el Himno nacional,
colocar la Bandera en nuestras viviendas o morir por la patria en casos de guerra?.
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